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"Si queremos hijos felices hay que enseñarles a navegar tempestades" - Alvaro Bilbao, Neuropsicologo

Álvaro Bilbao es neuropsicólogo y autor del libro El cerebro del niño explicado a los padres, pero “sobre todo me gusta decir que soy padre”. En su ponencia, nos quiso brindar cuatro ideas fundamentales para ayudar a nuestros hijos a cuidar su cerebro. El amor, que no debemos confundir con la sobreprotección, el ejercicio físico para oxigenar bien el cerebro, la nutrición neurosalusable y la gestión del estrés y el autocontrol son las claves que nos brinda este neuropsicólogo que considera que si enseñamos a cuidar el cerebro tendremos hijos más felices. Por eso, Álvaro Bilbao ofrece información práctica en su página web para que todos los padres y madres puedan aprender a educar con el cerebro en mente.
Su intervención comenzó con un contraste: “Todos enseñamos pautas básicas de higiene corporal e higiene dental. Y sin embargo la mayoría de padres tienen muy poca idea acerca de cómo pueden cuidar el órgano más importante de sus hijos: su cerebro”.
¿Por qué es importante enseñar a nuestros hijos a cuidar su cerebro? Porque frente al aumento de diagnóstico o casos de Alzheimer e ictus cuando sean mayores o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) “tenemos la receta del cuidado del cerebro, que es importante que se implante durante la infancia.  Por mucho que un señor de 50 años lea un libro sobre el cuidado del cerebro, si no ha sido educado en unaalimentación neurosaludable, en realizar ejercicio físico, si no ha sido educado para saber gestionar sus emociones, es muy posible que pueda hacer poco para prevenir trastornos como la ansiedad, la depresión, el estrés…”, nos indica Álvaro.
Álvaro nos brinda cuatro ideas básicas para cuidar el cerebro: “En primer lugar, lo más importante es el afecto. Un cerebro que no recibe afecto en los primeros años de vida va a crecer con serias dificultades, tanto emocionales como intelectuales” ¿Y por qué el amor afecta al desarrollo intelectual? Para responder a esta pregunta, Álvaro nos habla de tres niveles de cerebro: “El cerebro racional se desarrolla sobre otros cerebros que son el cerebro primitivo (el que nos pide que comamos, que durmamos) y sobre el cerebro emocional (que busca afecto). Solo cuando ese cerebro emocional ha recibido el cariño que necesita, puede tener una capacidad intelectual plena”.  Pero Álvaro nos lanza una advertencia: “Es muy importante que no confundáis el afecto con la sobreprotección”. Ante cualquier reto, en el cerebro se activan dos regiones: “la amígdala, un núcleo rojo pequeñito, que le dice al cerebro que tiene que tener miedo porque eso es peligroso; y la corteza prefrontal, que dice que es capaz de enfrentarse a ese problema. 
Hay una pugna. Pero si aparece un padre sobreprotector o una madre sobreprotectora que quieren que su hijo no tenga ningún problema, lo único que nos quedará en el cerebro del niño es ese miedo. El niño no aprenderá a resolver problemas porque será el papá o la mamá el que lo haga”. Por eso el cerebro nos enseña que “la manera de enseñar al niño a tomar buenas decisiones no es evitarle los problemas sino dejar que tenga aciertos y errores y ayudarle a aprender de ellos”.
Otra idea fundamental, especialmente para prevenir ictus y Alzheimer, es el ejercicio físico. “El cerebro es un gran consumidor de oxígeno. Con tan solo un 2% del peso corporal consume el 33% del oxígeno que está en nuestros pulmones. Ese oxígeno llega al cerebro gracias a un corazón que debe estar bien entrenado. Y la mejor manera de conseguirlo es implantar el ejercicio físico desde que somos pequeños”, nos resume Álvaro. Además, hacer ejercicio “nos permite reducir los niveles de estrés y aumentar el BDNF, una proteína que nos permite recordar mejor”. Álvaro nos indicó que “es importante que el aire que respiren nuestros hijos esté limpio, que los llevemos a jugar al campo. Hay muchos estudios recientes sobre el efecto de la contaminación en el desarrollo intelectual del niño”.
En cuanto a la nutrición neurosaludable, “sabemos que desde el embarazo, la cantidad de fruta y de pescado azul que tome la madre van a ser determinantes a la hora de ver la inteligencia del niño unos años después”. Las bases de esa dieta neurosaludable han de ser “frutas, verduras, pescado azul, harinas integrales, limitar el azúcar y evitar las conservas”. Los beneficios de esta alimentación son “la memoria del niño, la concentración (los neurotransmisores que nos permiten recordar y concentrarnos se sintetizan gracias a las vitaminas de las frutas y las verduras), la agilidad mental (que tiene que ver mucho con las grasas que toma el niño, porque las grasas no saturadas facilitan el flujo de información a nivel cerebral)”.  Lo que comemos “también influyen en el estado de ánimo y en la prevención de enfermedades relacionadas con el envejecimiento y con la salud emocional del niño”. Álvaro Bilbao resumió la importancia de la alimentación de esta manera: “El hecho de que vuestros hijos tengan las arterias limpias u obstruidas tiene mucho que ver con si compras la merienda de tus hijos en la sección de frutería del supermercado o en la sección de grasas hidrogenadas y azúcares”.
Por último, Álvaro dedicó buena parte de su ponencia a la gestión del estrés y el autocontrol. “Hoy en día tenemos niños que viven con mucho estrés. No tienen ni un momento libre, no son capaces de enfrentarse a una rabieta y que sufren de una manera desproporcionada ante las dificultades de la vida. Esto provoca el síndrome de decaimiento, la sensación de que no estamos muy motivados ante las situaciones cotidianas de la vida”. Comparando nuestra infancia con la de nuestros hijos, vemos que los viajes en coche ya no se parecen: “Nuestro mayor entretenimiento era observar la luna, mirar por la ventana, jugar al veo-veo o hablar. Hoy en día nuestros hijos tienen una televisión en la parte de atrás del coche”. O que “cuando yo quería ver mis dibujos animados favoritos, que podían ser David el Gnomo, tenía que esperar una semana entera para poder verlos. Nuestros hijos no tienen que hacer ese ejercicio de control de la frustración para esperar ese momento”. En definitiva, subraya Álvaro, “no estamos acostumbrando a nuestros hijos a esperar. Y esperar es muy importante”.
 Álvaro nos habló de un experimento cuyo vídeo podéis ver aquí en el que un psicólogo ofrecía a varios niños una golosina y les decía que si esperaban 15 minutos sin comérsela les ofrecería otra más. “A los niños, pero también a los adultos, nos cuesta mucho poner a trabajar esa parte frontal del cerebro.
Hasta el punto de que la mayoría de los niños en el experimento no llegaron a completarlo satisfactoriamente”. 18 años después, los investigadores buscaron a esos niños y concluyeron que el tiempo que habían aguantado sin comer la golosina predecía mejor que ninguna otra cosa “la nota en el examen de Selectividady la satisfacción en la relación con sus compañeros y su familia y, en general, su nivel de adaptación social”.” Muchas veces los padres intentamos ahorrar a nuestros hijos las frustraciones. Sin embargo, si queremos tener hijos felices en lugar de hacer que el viento siempre sople a su favor hay que enseñarles también a navegar en tempestades”. Álvaro subrayó que enseñarles autocontrol no significa encorsetar a nuestros hijos. Antes al contrario: “El lóbulo frontal es una zona realmente versátil y va a permitir a vuestros hijos tener la mejor respuesta en función de cada situación”, autocontrolarse cuando sea necesario y divertirse o relajarse en otras ocasiones. . Álvaro nos confesó que “me gusta mi labor de mal padre, en esos momentos en que les digo a mis hijos que eso no lo puede hacer, que tienen  que esperar un  poco, porque aunque sé que muchas veces mis hijos se enfadan, sé que es una labor tan amorosa como darles un beso de buenas noches. Cuando les digo que no o que tienen que esperar, estoy dándoles un regalo importantísimo para su cerebro”. Y concluyó:“Sabiendo controlarse en los momentos que lo requieren y disfrutar en los momentos en los que pueden disfrutar se darán cuenta de que la vida realmente es maravillosa”.
En el turno de preguntas, la presentadora, Luján Argüelles, preguntó cuánto tiempo hy que hacerles esperar. Y recordó que “si le dices a tu hijo que espere una semana a ver los dibujos será el tonto de la clase”. Álvaro le contestó que “mi hijo seguramente sea el único de su clase que no tiene una Play Station, pero sé que es capaz de disfrutar de otras cosas. Cuando la tenga la valorará y si tiene normas claras le va a venir bien para muchas cosas”. La educación, nos dice, “es una apuesta a largo plazo. Los mejores frutos no crecen en pocos días. Para que nuestros hijos den sus mejores frutos, no es favorable meterles en un invernadero que acelere su crecimiento, sino que hay que ser pacientes”.
A una pregunta sobre el TDAH, Álvaro afirmó que “en algunos países parece claro que el TDAH se está sobrediagnosticando. La prevalencia real puede llegar a un 4% y en Estados Unidos o España puede llegar hasta un 10% el porcentaje de niños que a lo largo de su vida escolar van a tomar medicación contra el TDAH. La nutrición neurosaludable, enseñar autocontrol (el TDAH tiene mucho que ver con el lóbulo frontal y con cómo el cerebro controla sus impulsos)” y limitar el uso de los videojuegos “tienen mucho que ver con cómo los niños controlan su atención”.
A otra pregunta sobre el exceso de actividades dirigidas, Álvaro se mostró “partidario de que los niños tengan pocas actividades extraescolares, es muy importante que los niños tengan un juego libre, porque la imaginación es fundamental en el desarrollo del niño. Einstein decía que la lógica nos puede llevar del punto A al B y la imaginación nos puede llevar a cualquier sitio. Los niños deben estar en casa con sus padres, deben poder jugar y es la manera de desarrollar un cerebro pleno”.


Fuente y autor: http://www.gestionandohijos.com/

Presente Perfecto


La inspiración para el film "Presente perfecto" deriva de un deseo desde hace mucho tiempo de explorar la experiencia de envejecimiento en América. El director se sentia atraido por las historias simples, sutiles que promueven la reflexion, revelando nuevas capas de complejidad que en ultima instancia amplian nuestra forma de pensar sobre un tema particular e incluso, tal vez, nuestra entera visioen del mundo.
Me encantan las películas que realmente te hacen pensamiento y no sólo en el momento, sino por días, semanas, incluso meses después. 
Después de pasar unos días observando a los residentes y los niños en el monte, sabía que esto era una de esas historias. 
Al entrar en cualquier hogar de ancianos, a la mayoria nos es difícil ignorar la sensación de aislamiento que se siente en nombre de los residentes que viven allí, y aún más difícil es conciliar con el hecho de que la vejez llegará inevitablemente para todos nosotros. En nuestra cultura acelerada, obsesionada con la juventud,  que no queremos que se nos recuerde nuestra propia mortalidad.  Es fácil mirar hacia otro lado. 
Cuando oí hablar de la Montaña y su Centro de Aprendizaje Intergeneracional, me ha sorprendido por la sencilla perfección del concepto. Me intrigó aún más con la idea de que ni con el pasado ni un futuro en común, existen las relaciones entre los niños y los residentes en el presente. 
A pesar de la diferencia en sus años, el sentido del tiempo en su totalidad parecen estar más estrechamente alineados.  Tan ocupado, cansado, adultos multitarea perpetuamente,  siempre estamos preparados para vivir 'el momento' .  Pero, ¿qué significa eso? Y con las infinitas distracciones proporcionados por nuestros teléfonos inteligentes y otros numerosos dispositivos, ¿cómo podemos  hacerlo? Tenía curiosidad de observar estos dos grupos, ocupando extremos opuestos del espectro de la vida, para ver de primera mano lo que significaba para ellos estar simplemente presentes entre sí.  
El rodaje de esta película y la incrustación de mí mismo en el entorno del hogar de ancianos también me permitió ver con nuevos ojos cómo generacionalmente nos hemos convertido en segregados como sociedad . Y conocer a muchos de los increíbles residentes del hogar realmente destacó la tremenda pérdida de esto para todos nosotros. A lo largo de los meses que etuvimos rodando en el hogar, he observado muchos intercambios increíbles entre residentes y niños. Algunos eran dulces, algunos  estaban incómodos, algunas imagenes divertidas - todas ellas conmovedoras y desgarradoras realmente. Una experiencia, en particular, se produjo una mañana durante una visita en el aula entre un niño y varios residentes que se habían reunido para cantar canciones juntos. Todo el mundo acababa de terminar una versión de "Usted es mi sol" cuando uno de los residentes comenzo a compartir un recuerdo que tenía de cantar esa misma canción a altas horas de la noche en un autobús lleno de soldados, mientras que sirvia en el extranjero durante la Segunda Guerra Mundial. 
La claridad con la que este caballero ha recordado esta época de su vida hace muchos años  asombrosa los recuerdos parecian aparecer ante sus ojos mientras hablaba. Y aunque los niños eran demasiado pequeños para entender sus palabras, el hecho de su presencia proporciona un catalizador para el recuerdo que parecía encajar en un "círculo de la vida" como un tipo de camino. 
Desde ese momento he reflexionado muchas veces , fue una muy bella y profunda experiencia, y yo estoy agradecido de haber estado allí para presenciarlo. Esos tranquilos y pequeños momentos, a menudo son los que contienen el mayor significado, y por desgracia son también los que la mayoría de nosotros estamos muy ocupados y distraídos en nuestro día a día que vivimos para darnos cuenta. 
Esta es una película sobre los muy jóvenes y los muy viejos, sí.... Pero también se trata de algo más grande, algo más difícil de determinar, pero tan esencial en todos los sentidos. En las palabras de Susan Bosak, fundadora del proyecto Legacy, "Es la experiencia de vida de una comunidad multigeneracional, independiente, ricamente compleja que mas que cualquier otra cosa, nos enseña como ser humano".
Presente Perfecto fue filmado en la casa de retiro Providencia Mount Saint Vincent, en el oeste de Seattle, WA, también el hogar de al Centro de Aprendizaje Intergeneracional, en el transcurso del año escolar 2012-2013. Durante los tres primeros años, todo este proyecto fue un trabajo de amor, financiado casi en su totalidad del propio bolsillo de Evan Briggs. Invertio en una nueva cámara y un equipo de audio para que pudiera funcionar como un equipo para una mujer, paguo niñeras para sus hijos para que pudiera filmar tres veces a la semana durante todo el año escolar, y ha pasado incontables horas aplicando para las subvenciones y el lanzamiento de esta película a tantas personas como le fue posible. Se ha tomado con mucho gusto todo esto en la causa de tener la fuerza porque Cree en el poder de esta historia y su impacto potencial. 
En junio de 2015, se puso en marcha el paso de arranque en la campaña para recaudar $ 50.000. El pedal de arranque se quitó y terminamos levantando más de $ 100,000, así como la recepción de toneladas de coberturas de la prensa de todo el mundo! Eso fue increible pero todavia tienen que recaudar mas dinero para terminar el film. Se ha entrado en la fase de edición y esperan estrenar la película a principios de 2017. Para recibir actualizaciones, por favor Suscríbase al boletín de noticias utilizando el formulario de su pagina o puede seguirlos en Facebook . Muchas gracias por su apoyo!!

Autor: Evan Briggs
Fuente: http://www.presentperfectfilm.com/

Belleza

"La belleza es el resplandor de la verdad, y como que el arte es belleza, sin verdad no hay arte."

Intentar en no pensar en lo que nos afecta..no nos ayuda..

Contra los males del amor solo se necesitan dos cosas: tiempo y tierra. Dejar pasar el tiempo y poner tierra de por medio. Pero un grave error es forzarnos a no pensar en ese amor perdido o no correspondido. ¿Por qué? La respuesta está en un oso blanco.

Este es el experimento al que sometió a sus alumnos Daniel Wegner, un profesor de psicología de Harvard. Después les pidió que hablaran durante cinco minutos sobre cualquier cosa que se les ocurriera. "Mencionaron un oso blanco enseguida", comenta Wegner. "Si después les pedía que pensaran en cualquier cosa, mencionaban más veces a un oso blanco que a los que les dije que pensaran en él".

Un experimento tan sencillo como éste nos revela lo difícil que resulta cumplir con lo que consciente y libremente hemos escogido.
El experimento del oso blanco de Wegner –que se ha repetido hasta con animales imposibles como un conejo verde- se engloba en lo que se conoce como supresión del pensamiento, dejar de tener en la mente ciertas ideas. Como técnica de control mental, puede crear obsesiones.

De acuerdo con algunos estudios, los pensamientos reprimidos pueden resurgir o manifiestarse en el futuro en forma de sueños. El psicólogo Daniel M. Wegner lo demuestra en su experimento sobre los efectos de la supresión de pensamientos.
El rebote de pensamientos es lo que sucede cuando las personas tratan de reprimir un pensamiento o un recuerdo. La respuesta inmediata de la mente a los pensamientos indeseables es tratar de olvidarse de ellos, empujándolos de vuelta a su subconsciente. Pero en lugar de hacer el bien, estos pensamientos tienden a arrastrarse de regreso a nuestra mente en forma de sueños, empeorando la situación en algunos casos.
El profesor Daniel M. Wegner y sus colega en s1987  llevaron a cabo su experimento en torno al fenómeno del rebote de pensamientos, elaborando la tan famosa interpretación de los sueños de Sigmund Freud. Su teoría explica que los deseos reprimidos durante el día encuentran su expresión en los sueños, manifiestando un rebote de pensamientos y estudiar la capacidad de la mente para suprimir pensamientos no deseados.
Método
Se les pidió a los sujetos que trataran de no pensar en un oso blanco durante 5 minutos y que los 5 minutos posteriores pensaran en el oso blanco. Durante el experimento, los participantes dijeron en voz alta cualquier pensamiento que estaban teniendo y cada vez que pensaban en el oso blanco, tocaban una campana.
Luego, Wegner y sus colegas estudiaron los sueños de 295 estudiantes. Antes de que los sujetos se fueran a dormir, pasaron 5 minutos escribiendo sus pensamientos. La orden principal era no pensar en una persona específica a quien consideraran un amigo o les gustara y sí pensar en esa persona o simplemente escribir las iniciales de la persona.
Resultados
Los resultados del experimento del oso demuestran que los participantes que intentaron reprimir sus pensamientos tocaron la campana casi dos veces más que los sujetos del grupo de control. Aparentemente, el mismo acto de tratar de reprimir un pensamiento hizo que luchara aún más fuerte para volver.
Las observaciones que se obtuvieron fueron las siguientes:
·         A las personas en general les fue muy difícil deshacerse de los pensamientos.
·     Cuando debían pensar en el oso blanco los que intentaron suprimir los pensamientos en la primera prueba, generaron más en la segunda. Efecto rebote.
Los sujetos del último experimento indicaron que al despertarse por la mañana, habían soñado con la persona en la que habían pensado antes de irse a la cama o habían tratado de no pensar la noche anterior. Aproximadamente un tercio de los que trataron de no pensar en la persona soñaron con ella, mientras que sólo una cuarta parte del grupo de pacientes que debía pensar en la persona o se le pidió que escribiera sus iniciales lo hizo.
Conclusión
El rebote de pensamientos se manifiesta en otros estudios de investigación similares. Se observó que los resultados eran los mismos aun cuando a las personas no se les ordenaba directamente suprimir determinados pensamientos sino que se los animaba a hacerlo a través de formas sutiles de manipulación. Posteriormente, esto fue denominado Efecto Rebote Post-Supresión y es considerado fundamental para muchos aspectos de nuestras experiencias de la vida cotidiana.
Aplicación
En situaciones muy diversas, la gente utiliza la supresión de pensamientos, a veces incluso sin saberlo. Un ejemplo de esto sucede cuando se trata de antojos de sustancias o incluso con un amor que se alejo. Para aquellos que están tratando de superar una adicción, o, por ejemplo, tratando de dejar de fumar o ponerse a dieta o dejar de pensar en alguien, el sujeto puede utilizar la supresión de pensamientos para combatir la ansiedad, pero se demostró que esto puede ser contraproducente debido al rebote de pensamientos. Un estudio descubrió que los fumadores que trataron de reprimir los pensamientos acerca de fumar tuvieron antojos más fuertes que los que no trataron de reprimir sus pensamientos (Salkovkis y Reynolds, 1994). En otras situaciones en donde encontramos supresión de pensamientos es en los casos de recuerdos intrusivos y depresión.
Dicho de otro modo: si nos pasamos el día apartando de nuestra mente la imagen de quien nos ha roto el corazón, no podremos de dejar de pensar en ella e incluso estará más presente. Es mucho peor que tenerla todo el día en la cabeza: "Puedes llegar a cansarte si piensas siempre en algo. Intentar no hacerlo es lo que lo mantiene en nuestra cabeza", sentencia Wegner, un físico metido a psicólogo que colecciona gafas con narices y mostacho de Groucho Marx.

PNL y el Lenguaje de Milton
En PNL se denomina anclaje a la asociación de una emoción con cualquier estímulo, lo que incluye imágenes, sonidos, sensaciones, pensamientos u otras emociones. Es posible realizar ese anclaje controladamente en pocos segundos, ya que no es más que un uso voluntario del proceso que emplea nuestro subconsciente para generar los recuerdos y los patrones de estímulo-respuesta. Por tanto, podemos generar una asociación de una emoción intensa con un pensamiento cualquiera. Para facilitar la creación del estímulo-respuesta se emplea el lenguaje de Milton, modelización que hicieron los creadores de PNL de la forma de trabajo terapéutico de Milton Erickson, desarrollador de la hipnosis ericksoniana. Milton, con el simple uso del lenguaje, lograba inducir estados hipnóticos o evocar emociones intensas empleando las reglas operativas del subconsciente. El empleo de mensajes generales, con dobles sentidos y elipsis e, incluso, oximorones provoca que la mente tenga que rellenar la información que falta, empleando para ello su propio contexto, debiendo acceder a los recuerdos, activando las emociones allí almacenadas. Si además se construye una frase sin un significado claro o inesperado para el espectador, su cerebro entrará en un proceso profundo de nuevas asociaciones en el que es fácilmente influenciable, asegurando la creación del enlace pensamiento-emoción. Todas estas reglas son conocidas desde hace mucho tiempo y empleadas extensamente por la propaganda, con el fin de crear una relación entre un estado emocional y un producto, que en algunas personas puede llegar a ser obsesivo (fanatismos).
Cómo crear un pensamiento obsesivo
Teniendo en cuenta estos mecanismos básicos de la mente, si se quisiera generar un pensamiento obsesivo, lo único que habría que hacer es anclarlo con una o varias emociones intensas y proveer un entorno que facilite el desencadenamiento de la asociación. Éste es el contexto en el que se realizó el experimento de Wegner y que puede explicar sus resultados:
En un primer momento se le dijo a los participantes que no deberían pensar en un "oso blanco". Ya sabemos por las experiencias de Milton, entre otros, que la transferencia de información implica una decodificación por parte del receptor que le obliga a procesar lo que se recibe, lo cual se hace, generalmente, en forma de imágenes. Luego es fácil que se fracase nada más escuchar que "no se debe pensar en un oso blanco". Este "fracaso" se asociará con otros ya vividos y aparecerán las emociones almacenadas en los recuerdos. Con lo que ya se dispone de los elementos necesarios para el anclaje: el pensamiento y emoción. El elemento diferenciador entre los participantes será la intensidad de la respuesta a ese "fracaso" que marca la importancia de no volver a vivirlo y el nivel de estrés consiguiente. Este efecto es de sobra conocido por todos los que hayan intentado la meditación de silencio, parando los pensamientos, por primera vez. Si además se provee de otros ítems para asociar a las emociones, como la campana para indicar que se ha vuelto a pensar en el oso blanco, en el segundo intento tendremos todavía más dificultades para detener la avalancha de pensamientos asociativos emocionalmente reforzados. El efecto rebote.
Pensamientos, represión y realidad
Con lo que hemos inducido de este experimento podemos atrevernos a dar el paso al mundo real y explicar por qué a algunas personas, realmente son la mayoría, les es tan difícil pensar en positivo y parar la avalancha de ideas negativas que se desencadena en ciertos momentos. Para ello, lo primero que hemos de tener en cuenta es quenuestro consciente no es el que genera los pensamientos. Una prueba muy sencilla para esta afirmación es preguntarte cuál va a ser tu próximo pensamiento. De hecho, esa es una de las técnicas que se emplea para parar el pensamiento en las meditaciones ;).
En realidad, los pensamientos se generan continuamente en la mente subconsciente desencadenados por asociaciones libres y el consciente se dedica a supervisar o dirigir hacia donde quiere que vayan los nuevos pensamientos. Este es el proceso normal, pero cuando aparece un pensamiento con una emoción intensa asociada se dispara autónomamente la respuesta de estrés que comenzará a reducir las capacidades del consciente de dirigir ese flujo de ideas. Si en ese momento intentamos reprimirlas, juzgándonos duramente por ello, estamos incrementando la respuesta emocional y abriendo la posibilidad de que la nueva emoción se ancle con el pensamiento, empeorando el proceso y facilitando la entrada en el bucle de emociones y pensamientos
Otro punto clave es que la verosimilitud de lo que pensamos o imaginamos también depende de la intensidad de nuestras emocionesSentimos que algo es cierto o falso y esa sensación no tiene por qué respaldar la realidad. Cuando entramos en la espiral negativa, lo que imaginamos sobre el futuro siempre es peor que la realidad en sí, pero lo sentimos como posible y nos juzgamos como si estuviese pasando realmente.
Si a estos procesos automáticos se les suma un entorno que favorece la asociación, tenemos el terreno perfecto para que se desarrollen las depresiones y comportamientos compulsivos caracterizados por pensamientos recurrentes.
La pizarra o cómo deshacerte de los pensamientos recurrentes

La pregunta que nos queda por responder es: ¿qué hacer para romper ese bucle? La solución estriba en tratar aquello que hace importante y creíble los pensamientos: liberar las emociones asociadas a ellos.
Para conseguir nuestro propósito vamos a utilizar una de las reglas de comunicación que emplea nuestro subconsciente: los detalles de las imágenes en nuestra mente. El término técnico que emplean en PNL es "submodalidad" y se puede resumir con el siguiente ejemplo. Si al imaginar un perro me da miedo y hago su imagen muy pequeña, llegará un punto en el que deje de sentir el temor. Lo mismo ocurre si lo hago exageradamente grande. Habrá un momento en el que no será creíble y deje de afectarme. Este efecto es al que nos referimos cuando hablamos de los detalles de la imagen y es bidireccional: el subconsciente nos comunica información emocional a través de los detalles de la imagen; si los modificamos le estamos diciendo que también él debe cambiar esa información interna y, por supuesto, lo cumple.
Bien ya sabemos la teoría y ahora vamos a la práctica con la técnica de la pizarra:
Paso 1: imaginamos delante de nosotros una pizarra, o cualquier otro elemento, en la que escribiremos nuestro pensamiento negativo (como en la imagen). Lo siguiente es hacernos consciente de cómo nos hace sentir la pizarra y el mensaje. Por último, mandamos al infinito la pizarra para que desaparezca o la borramos, con lo que estamos diciéndole al subconsciente que lo que estaba escrito no es importante y él lo traducirá liberando la emoción que le otorgaba peso.
Es importante tener en cuenta que para que funcione la técnica es necesario que el subconsciente "se trague" lo que imaginas. Si sientes que no es creíble puedes añadir detalles para reforzar el efecto. Trazar en el aire las letras con los dedos, incluir el sonido de la tiza al escribir y el del borrador, utilizar un papel y un boli reales. Todos estos elementos, y los que se te ocurran, ayudan a que el subconsciente admita que tus imágenes mentales son válidas y haga que actúe el proceso.
Paso 2: repetimos el paso 1, fijándonos en qué detalles cambian con respecto a la vez anterior (tipo de letra, fluidez y presión al escribir, tamaño de la pizarra y letra, etc.) para comprobar que el subconsciente nos hace caso.
Y no hay más trucos. Normalmente, dependiendo de la intensidad del pensamiento negativo, tendremos que repetir "de varias a muchas veces" el proceso. Para que no te aburras está el paso 2, y sorpréndete de los cambios que se van produciendo, pues pueden ser muy curiosos.
El pensamiento negativo y la meditación
Todo este sistema que acabamos de detallar es precisamente el que se produce inconscientemente cuando en una meditación se llega al estado contemplativo y se permite que "los pensamientos vengan y se vayan sin juicios". En el estado de observación no hay represión y, por tanto, en cuanto te haces consciente de las tensiones o emociones del cuerpo éstas se liberan. Si permites que el pensamiento venga, aparecerá también la emoción asociada y en ese momento, al focalizar tu atención, se produce la liberación emocional, de manera que el pensamiento pierde parte de su importancia, llegando a desaparecer del consciente. Si quisieras hacer un trabajo más profundo y duradero, cada vez que venga un pensamiento negativo a tu mente atrápalo y mantén tu atención en él hasta que vuelva el estado de Paz. De ese modo te aseguras que has descargado toda la emoción asociada a él y que nunca vuelva.
Conclusión
El pensamiento negativo no es el problema. Es el síntoma de las emociones que lo soportan. Lo que hace que se fortalezca es el intentar evitarlo o reprimirlo, que es lo que puede llegar a producirse si nos esforzamos en tener pensamientos positivos y apartar los negativos. Por tanto, te proponemos hacer todo lo contrario de lo que nos han enseñado tantas vecesLos pensamiento negativos al igual que nuestro entorno son el espejo que refleja nuestro interior. Aprovecha y si tienes un pensamiento que te incomoda quédatelo, emplea la pizarra con él hasta que llegues a sentir paz con él y ¡sorpréndete del resultado! Hasta puede que lo quieras compartir con nosotros dejando un comentario, estaremos encantados de leerlo.

Fuente: www.libertademocional.es y una pequeña colaboracion de Muy Intersante.

Somos lo que damos

“A veces, los que menos tienen son los que más dan”
dice el final de este video que muestra a una persona en situación de calle, compartiendo una pizza con un joven que le dice que tiene hambre. Sin embargo, cuando el joven le hace este mismo pedido a personas comiendo en un restaurante, todos se niegan a compartir su comida.


Por eso, rescato la frase final que sostiene que:

“Sobrevivimos con lo que tenemos pero vivimos realmente con lo que damos”
porque estoy convencida de que SOMOS LO QUE DAMOS. No importa si eso es mucho, poco, si es dinero, tiempo, amor o consejos. Cada uno de nosotros viene a este mundo con la capacidad de amar y de dar. Está en nosotros, como queremos aplicarla y brindarla con los demás.
Conozco miles de ejemplos de personas – de todos los estratos sociales – que son generosas, solidarias, tienen un fuerte compromiso social y son empáticos con las necesidades del otro.
Y si bien uno a priori creería que quienes gozan de más comodidades económicas y beneficios están en mejores condiciones para brindar su tiempo y dinero a los demás, no siempre es lo que ocurre.
Por eso no tenemos que dejar de aprender de aquellos, que no teniendo sus necesidades básicas satisfechas, encuentran el tiempo y los recursos para dar algo a aquel que tiene menos.

Fuente: Blolg El vaso medio lleno - Autora: Micaela Urdinez

La ciencia lo prueba: si te han dejado por otro, te han hecho un favor

Lo de "vas a esta mejor sin él (o ella)" no es una frase hecha. Un estudio con 5.000 mujeres revela que tras el abandono, viene lo mejor




“A la larga, vas a estar mejor sin él”. Es la frase hecha por excelencia después de una ruptura, sobre todo si ha sido traumática o entre las causas ha habido una tercera persona. Pese a que las agradezcamos más o menos como consuelo, es difícil pensar que son algo más que palabras bienintencionadas sin un valor predictivo real. Pues bien, la ciencia vuelve a avalar la sabiduría popular. Según un estudio publicado en The Oxford Handbook of Women and Competition para el que se entrevistó a más de 5.000 mujeres de 96 países diferentes y en el que se midió el efecto que tenía para ellas haber sido abandonadas por otra persona, esta frase podría esconder una verdad científica. Los expertos aseguran que este tipo de rupturas resultan positivas porque ayudan a crecer como persona y que este proceso de aprendizaje facilita incluso que mejoremos el tino a la hora de encontrar una nueva pareja.
Lo confirma la psicóloga especialidad en sexualidad Núria Jorba: “Tras una ruptura nos toca centrarnos en nosotros mismos, no hay otra alternativa: toca escucharnos, analizar la situación, hacer autocrítica y pensar en qué queremos y qué debemos buscar la próxima vez. Todo este conocimiento emocional nos llevará a un crecimiento, a saber con más certeza quiénes somos y qué queremos”. Y sí, estas son conclusiones a las que probablemente no llegaríamos sin encontrarnos en esta aciaga situación. 
Pasos para llegar a la cima
Siguiendo con el repaso al refranero, el “no hay mal que por bien no venga” podría aplicarse en este caso, otro asunto es esperar que este bien llegue de inmediato. Toda ruptura tiene su proceso de duelo, y debemos pasarlo antes de sentirnos mejor con nosotros mismos. En concreto, Jorba señala seis etapas diferentes por las que suele pasar toda persona tras una separación dolorosa.
1. El shock: “Ese primer instante de paralización y desorientación, en el que nos cuesta comer, dormir, etc.”. Es normal, pero hay que tener cuidado porque, si dura más de un mes, la experta advierte de que corremos el peligro de caer en lo que se llama un 'duelo patológico”.
2. Tristeza:  “Momento de añoranza por el tiempo y sueños compartidos”. Llegados a este punto debemos permitirnos hablar del tema, llorar o incluso comer helado de chocolate o cualquier cosa que alivie el dolor.
3. Adjudicación de la culpa: Tendemos a buscar qué hicimos mal o qué falló.
4. Resignación: “Aceptar que la relación ha terminado y empezar a crear distancia con esa persona”. Para atravesar la misma es importante “guardar los recuerdos, pero quitar a esa persona de nuestras redes sociales, eliminar nuestras fotos juntos y borrar las conversaciones de WhatsApp, que habremos releído 150 veces. Con ello recuperaremos nuestro 'yo' y podremos iniciar la siguiente etapa”.
5. Reconstrucción: “Tiempo en el que por fin empezaremos a tener más días alegres que tristes”.
6. Resolución: “En esta última etapa iniciaremos un nuevo ciclo vital. Ya no pensaremos tanto en esa persona y no lo compararemos con todas las nuevas que conozcamos”.
¿Por qué es distinto cuando te dejan por otro?
Los expertos aseguran que las separaciones más desgarradoras son aquellas en las que nos dejan por otra persona. En estos casos, Nuria Jorba señala que no es lo mismo "romper de una forma sana y con buenas formas, que sufrir un engaño y una traición, porque esto afectará nuestra autoestima, nuestra seguridad personal”. Seamos claros: en una primera acción, su expareja no le ha hecho ningún favor, sino que ha minado su amor propio. La parte buena es que asimilando unas pequeñas lecciones sacará oro de estas ruinas; y ahí sí, tendrá que llamarlo para agradecérselo. Primer capítulo, según Jorba: ser consciente de sus miserias, para poder digerirlas, y tener algo claro, "esto no tiene por qué pasar de nuevo".
La infidelidad de la que el abandonado es objeto estaba ocultando un conflicto (conviene recordarlo). "En general, esta clase de engaños es un intento de satisfacer necesidades no cubiertas. Por ejemplo, evadir problemas de la relación, una necesidad por sentirse deseado, miedo a dejar la relación actual y hacer daño o a no encontrar el cariño y afecto necesarios en la relación oficial", zanja Lara Castro, también psicóloga y sexóloga.

Si le asusta que la situación se repita en su siguiente romance, atienda a las palabras de Nuria Jorba: "Una nueva relación, con nuevas circunstancias, no tiene por qué tener nada que ver con la anterior". Y no se precipite, que lo de que "un clavo saca a otro clavo" sí es un dicho popular fallido.“Uno de los errores más comunes es empezar una relación al poco tiempo de haber terminado otra, porque en ese instante estamos evitando afrontar la ruptura, el duelo y, sobre todo, la soledad”, afirma Jorba. Por ello, es esencial darse un margen de tiempo para que el porvenir supere con creces al pasado. Al fin y al cabo, olvidar a un ex es tan difícil como dejar de fumar… e igualmente satisfactorio.
Autora: Ailvia Carpallo
Fuente: El Pais