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Las cuatro leyes de la espiritualidad

En la India se enseñan las "Cuatro Leyes de la Espiritualidad"
La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta ", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".. Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante.

Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.

Y la cuarta y última: "Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegue a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado!

Es simple, sin muchas vueltas: borrón y cuenta nueva..dar vuelta la pagina.. barajar o empezar de nuevo...
Es mejor no complicarse ni transitar procesos de tristeza y depresión por lo que ya no es o no fue. Hay que avanzar de la manera en que la vida nos propone, hacia adelante en el camino. No se puede mirar para atrás mientras caminamos en la direccion contraria. Hay que ubicarse en lo que deseas, y desde donde estás y con lo aprendido, avanzar. Visualizar lo qué se tiene que hacer para llegar a donde se desea. 
Dicen que si la vida te da limones hay que hacer limonada y con ella fiesta y carnaval!!
Enfocarse en el Aquí y Ahora es clave. Si es necesario darse un periodo de tiempo para un proceso de aceptacion u olvido, permitamoslo... pero que no nos desgaste por mucho tiempo... porque la vida es lo único que tenemos y lo que sucedió quedo en el pasado y... ya no se puede cambiar...

Metáfora del plato roto

Metáfora del plato roto: Tíralo. Se rompe. Pídele perdón. ¿Volverá a ser igual, se arreglará?
Cuando cometemos errores, cuando estamos equivocados, cuando no actuamos de manera correcta, lo normal sería asumir la responsabilidad de esa situación y pedir disculpas. Sin embargo, esta simple acción suele resultar muy difícil para algunas personas, e incluso en algunas ocasiones es vista como un signo de debilidad. 

Por el contrario, pedir perdón representa respeto, valentía y crecimiento. Poder asumir nuestros errores y aprender de ellos habla de nuestra evolución como personas. A continuación te presentaremos, cómo pedir perdón.

Reflexión.
El primer paso es pensar cuáles fueron los errores que cometimos, y por qué lo hicimos. Asumir que cometimos un error es un acto de valentía, pero comienza primero por nosotros.

Posibles soluciones. 
Piensa cual tendría que haber sido tu forma de reaccionar, la forma en que podrías haber gestionado la situación. Escuchar y respetar a la otra persona son las claves de una buena comunicación.

No dejes pasar el tiempo. Si te has dado cuenta de que cometiste un error no esperes demasiado tiempo para poder revertir la situación. Cuanto antes puedas reconocerlo la situación se solucionará de otra manera.

Actúa. Habla con la persona, dile cuál fue tu error, muéstrate sincero y arrepentido de la situación. Cuéntale cual hubiese sido la mejor manera de resolver la situación.

Evita las excusas. No trates de ampararte en situaciones externas, quién ha cometido el error eres tú y debes reconocerlo.

Perseverancia. Muchas veces, nuestro error fue demasiado doloroso para la otra persona, por lo cual puede resultar difícil que nos perdone inmediatamente. Pero no por ello debes bajar los brazos, debes ser perseverante y sincero con tus disculpas.

Aprende de los errores. Debes aprender de los errores, y trata de no repetirlos. Ejercita la reflexión y la buena comunicación antes de enfrentarte a este tipo de situaciones.

Como producir la felicidad


Hacer ejercicio se ha considerado una cura para casi cualquier cosa en la vida, desde la depresión a la pérdida de memoria, pasando por el Alzheimer, el Parkinson y muchas otras dolencias. Desde luego, hace tan solo unos años se sabia poco sobre lo que el ejercicio provoca realmente en nuestros cuerpos y lo que hace con nuestro cerebro.
El ejercicio produce endorfinas y las endorfinas son las hormonas ligadas directamente con la felicidad, si sumamos dos y dos encontramos rápidamente la asociación. Pero para aclarar el proceso de como se produce esto, vamos a poner un articulo de Leo Widrich traducido al español:

¿Qué desencadena la felicidad en nuestro cerebro cuando hacemos ejercicio?
La mayoría de nosotros estamos al tanto de qué ocurre con nuestro cuerpo cuando hacemos ejercicio: conseguimos más músculo, tenemos más resistencia… Sentimos que actividades diarias como subir escaleras se vuelven más fáciles si hacemos ejercicio de manera regular. Pero en lo que se refiere a nuestro cerebro y a nuestro estado de ánimo la conexión no está tan clara.
La frase “nuestras endorfinas se liberan” es algo que suelo sacar a la luz para parecer inteligente pero que realmente no sé lo que significa. Pues bien, esto es lo que significa:
Cuando empiezas hacer ejercicio tu cerebro reconoce ese momento como uno de stress. A medida que la presión sanguínea se incrementa, el cerebro piensa que estás luchando contra un enemigo o huyendo de él. Para protegerte a ti y a tu cerebro del estrés, liberas una proteína llamada BDNF (Brain-Derived Neurotrophic Factor). Esta BDNF posee un elemento protector y reparador que afecta a tus neuronas y también actúa como un interruptor de reset. Es por eso por lo que a menudo vemos las cosas más claras y nos sentimos más liberados justo después de hacer ejercicio. También por lo que somos más felices.
Al mismo tiempo, las endorfinas, otro químico de nuestro cuerpo para luchar contra el estrés, se liberan en tu cerebro. Su principal propósito es el que describe McGovern:
“Estas endorfinas tienden a minimizar las malas sensaciones de hacer ejercicio: bloquean cualquier sensación de dolor e incluso están asociadas a un sentimiento de euforia”.
De hecho, en el momento de hacer ejercicio ocurren muchas cosas en nuestro cerebro. Por sorprendente que parezca, está mucho más activo que cuando estamos sentados o, incluso, intentando concentrarnos sólo mentalmente.

Actividad cerebral ejercicio

Así que el BDNF y las endorfinas son las razones por las que el ejercicio nos hace sentir tan bien. Sin embargo, tienen una parte ligeramente terrorífica: su comportamiento, similar y adictivo, es como el de drogas como la morfina. la heroína o la nicotina. ¿Cuál es la única diferencia? Que BDNF y endorfinas son muy buenas para nosotros.
La clave es maximizar la felicidad a través del ejercicio: no hacer más, sino enfocarse en el cuándo
Y aquí es donde la cosa se empieza a poner interesante: ya sabemos los fundamentos básicos de por qué hacer ejercicio nos vuelve personas más felices. También de qué ocurre dentro de nuestro cerebro. Pero lo más importante ahora es descubrir cómo podemos activar esto de una manera óptima y duradera.
Un estudio reciente de la Universidad de Penn State lanza algo de luz al respecto y sus resultados son más que sorprendentes. Los investigadores han descubierto que para ser más productivos y felices en un día de trabajo no importa demasiado si haces ejercicio regularmente, es más importante si lo has hecho durante ese día en concreto:
Aquellos sujetos que han hecho ejercicio durante el mes precedente pero no en el día de la prueba generalmente han tenido mejores resultados de memoria de aquellos que son sedentarios, pero no lo han hecho tan bien como aquellos que sí que hicieron ejercicio esa misma mañana.
Gretchen Reynolds, el escritor superventas del New York Times, ha escrito todo un libro acerca de esta materia, titulado “Los 20 primeros minutos”. Para conseguir el máximo nivel de felicidad y de beneficios para la salud la clave no está en convertirse en un atleta profesional. Al contrario, una cantidad más pequeña es todo lo que se necesita para alcanzar el nivel donde la felicidad y la productividad de cada día puede aumentar.
Para alguien realmente sedentario, son los 20 primeros minutos de empezar a moverse los que provocan la mayor parte de los beneficios de la salud. Reducir el riesgo de enfermedades, vivir más… Todo eso sucede en los primeros 20 minutos de estar activo.
Así que realmente puedes relajarte, estar tranquilo y no tener que estar pensando en el siguiente día en que te vas a machacar en el gimnasio. Todo lo que necesitas hacer es enfocarte durante 20 minutos cada día para conseguir la máxima felicidad y el mayor beneficio para tu productividad.
En los días en los que la gente hizo ejercicio, su estado de ánimo mejoró significativamente. Sin embargo, no cambió en los días en los que no hubo ejercicio, con la excepción de la sensación de calma, que sí que se deterioró. (Universidad de Bristol).

Cómo empezar a conseguir un hábito de ejercicio regular: el baile con las endorfinas
Sí, vale, quizás diréis que todo esto es muy bonito de oír pero que realmente empezar a hacer ejercicio de manera regular o incluso diaria es más fácil de escribir que de conseguir.
Para lograrlo, se necesita bastante ayuda y perseverancia y ser capaces, así, de construir el hábito de ejercicio diario. Lo más importante que hay que tener en cuenta es que hacer ejercicio es uno de nuestros puntos claves en la vida. Eso dice, Charles Duhigg, otro escrito de éxito y autor de “The Power of Habit”. ¿Qué quiere decir con ello? Que el ejercicio diario puede allanar el camino no sólo a la felicidad sino también al crecimiento en el resto de áreas de nuestra vida.
En un post reciente, Joel escribía sobre lo poderoso que es para él hacer ejercicio diario durante su vida. Y casualmente sigue todas las reglas anteriores de manera bastante precisa. Antes de cualquier otra cosa, hace ejercicio. Sus beneficios los describe así:
“A las nueve y media de la mañana ya he hecho una hora de picar código en la tarea más importante de que tenemos en ese momento en Buffer. Antes he ido al gimnasio a hacer una gran sesión y también he hecho 30 minutos de email. Son sólo las nueve y media de la mañana y ya he tenido “éxito”. Me siento fantástico”
He hablado mucho con Joel sobre su hábito y aquí nos da algunos de los consejos básicos para poder prepararte y que puedas conseguir tener éxito de manera diaria:
Pon la ropa de gimnasia justo donde está tu reloj de alarma o tu teléfono cuando te vayas a la cama. Esta técnica puede parecer bastante simple pero ha sido una de las más poderosas. Si dejas todo preparado para ir al gimnasio antes de dormir, lo tendrás todo mucho más fácil para convencerte a ti mismo de ponerte en marcha.
Registra todos tus días de gimnasio y todo lo que haces en ellos: hazlo siempre después de cada sesión. Cuando tratas de hacer ejercicio regularmente la clave es convertirlo en un hábito. La única manera de conseguir esto es crear una “recompensa”, algo que te recuerde las buenas sensaciones que consigues haciéndolo. En nuestra gran lista de aplicaciones web que más usamos tenemos toda una sección dedicada al fitness que puede ser bastante útil. Usa Fitocracy o RunKeeper para registrar todas tus sesiones y hazlo de manera sencilla: regístralo todo justo antes de meterte en la ducha o en el momento en el que estás saliendo del gimnasio.
Piensa en empezar pequeño y entonces empieza aún de manera más pequeña. He aquí un pequeño secreto: cuando empecé a hacer ejercicio sólo hacía cinco minutos cada día, 3 veces a la semana. Piénsalo: sólo eso. “No es nada”, te dirás. Y es cierto, era algo tan sencillo que cualquiera podría tener éxito. Y precisamente por ello es más sencillo convertirlo en una rutina.
Estoy seguro de que si puedes dedicarle algo de tiempo, por poco que seas, conseguirás tener una rutina fantástica que te hará más feliz, más productivo y más relajado de lo que nunca has estado.
Un último dato rápido: el ejercicio y el aumento de proteínas BDNF actúa como un potenciador del estado de ánimo. Sus efectos son como los de la adicción a la droga. Por eso, cuando empieces a hacerlo, la sensación de euforia será mayor.
“Las endorfinas liberadas son adictivas y, a medida que pasa el tiempo, necesitas hacer más ejercicio para alcanzar el mismo nivel de euforia. (McGovern)
Así que si nunca lo has hecho, tus beneficios de felicidad serán ahora los más altos que consigas nunca.
Leo Widrich

El post es un extracto traducido del artículo: What Happens to Our Brains When We Exercise and How It Makes Us Happier, que fue publicado originalmente en Buffer por Leo Widrich.