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El efecto del afecto

Todo indica que el momento actual y la gran crisis de valores que lo caracteriza es el caldo de cultivo ideal para que acaben de tomar forma, en nuestros contextos más cotidianos y formales, lo que hasta hace poco eran tan sólo atrevidas intuiciones en el campo científico o prácticas atribuidas aexóticas búsquedas introspectivas.


Para mí todo empezó hace 27 años, leyendo un artículo de F. Lhermitte en el que refería su extraordinaria experiencia con personas aquejadas deSíndrome Frontal y donde describía una serie de síntomas que delatarían la importancia real de un área del cerebro que hasta entonces se había considerado prácticamente muda.

Eco y Narciso, pintura de John William Waterhouse (1903)
Lhermitte comprobó cómo estos pacientes tenían una dependencia patológica del ambiente hasta el punto de no poder evitar desplegar el programa motor que de cada utensilio tenemos incorporado. Así pues, si se disponía delante de ellos una serie de gafas se las ponían todas, si se trataba de una botella de agua y un vaso se servían y bebían ininterrumpidamente e incluso, si veían una jeringa intentaban compulsivamente ponerle una inyección al doctor. Evidentemente ninguna de estas personas podía explicar qué razones le llevaban a todo ello. Aparte de las conductas de utilización también describió conductas de imitación donde no se podía evitar reproducir las misma emociones que el experimentador interpretaba, si éste reía ellos reían, si se ponía triste lloraban, etc., algo que también es fácil observar en personas muy demenciadas donde hay una involución importante del lóbulo frontal. Poco imaginábamos entonces que se estaba abriendo una puerta importante a la comprensión de los mecanismos de la empatía, el aprendizaje y, en general, a la base fisiológica de la civilización.


Efectivamente, diez años después, Giacomo Rizzolatti, Leonardo Fogassi y Vittorio Gallese descubrieron, en la circunvolución frontal anterior y en el lóbulo parietal, un tipo de neurona al que denominaron “espejo” y que intervienen de manera determinante en la comprensión del comportamiento de otros individuos. De estas neuronas se afirma que son el verdadero puente capaz de salvar cualquier distancia que pueda existir entre dos personas, ya que su actividad permite elaborar teorías mentales sobre las posibles razones y motivaciones de sus actuaciones e incluso percibir como si fueran propios los sentimientos o sensaciones que puedan estar experimentando cada una de ellas. Con este descubrimiento se sentaron, definitivamente, las bases neurobiológicas de algo tan vago hasta entonces como la empatía. Y conceptos como el altruismo, la colaboración e incluso la compasión empezaban a insinuarse como algo más que una opción y adoptar un lugar propio en el genoma y en la evolución del ser humano.

Recientemente, un equipo de neurólogos alemanes han descubierto que las causas del Transtorno de Personalidad Narcisista [el NPD, porNarcissistic Personality Disorder) pueden buscarse en la reducción de la materia gris de aquellas zonas cerebrales relacionadas con la empatía, concretamente de la ínsula cerebral. Estas personas caracterizadas por exagerar los logros y sus capacidades, que necesitan y exigen ser admiradas o que se creen especiales y únicas no tendrían otra elección que la que domina su pauta de comportamiento, ya que las pocas neuronas espejo de las que disponen las tienen todas vueltas hacia sí mismos careciendo de la más mínima consciencia y comprensión para con el prójimo y, en consecuencia, no pudiéndose esperar de ellas el más mínimo comportamiento empático.

Por otro lado, conocidos experimentos llevados a cabo con el llamado hombre más feliz del mundo, Matthieu Ricard, demuestran cómo un determinado tipo de meditación implica y desarrolla el córtex prefrontal izquierdo, directamente relacionado con la sensación de felicidad y laconsciencia del otro mientras que también disminuye la actividad del lóbulo derecho relacionada con la depresión. También disminuye la actividad de la amígdala relacionada con el miedo y la ira y, por otra parte, el nivel de atención y de tolerancia a la frustración es mucho más elevando. Al parecer, los efectos de esa práctica sobre el cerebro son poco menos que inmediatos y sus beneficios se dejan ver ya desde su inicio por aquellos que se inician en esta práctica.

A partir del narcisismo con esa carencia especular y la consecuente falta de consciencia [de presencia] del otro que lo caracteriza, es sencillo establecer una relación fractal con nuestras organizaciones y reconocer la existencia de equipos y culturas organizativas narcisistas, donde las relaciones de sus miembros están volcadas hacia sí mismos y los mecanismos de identidad se basan fundamentalmente en reconocerse como distintos, mejores y superiores a los otros, incluyendo no tan sólo a competidores sino también a los colaboradores y a los propios usuarios. Desde este punto de vista es fácil intuir las consecuencias que pueden tener muchas prácticas centradas en crear equipo en la capacidad para orientarse a la realidad de sus usuarios o para establecer relaciones de colaboración con otros equipos.

De la misma manera, tomando como referencia la práctica de la meditación y la musculación que comporta de aquel tejido cerebral del que carecen los narcisistas es fácil imaginar cómo determinadas prácticas en los equipos, fundamentadas más en la quietud que en la acción, en relajar los propósitos que en formular ambiciones imposibles y en tomar consciencia de la pertenencia a un entorno determinado más que en rasgos diferenciadores pueden contribuir a establecer relaciones de colaboración, aumentar la capacidad para empatizar con las realidades de aquellos con los que se relacionan, innovar y, en consecuencia, crecer y evolucionar de manera sana y, por qué no, feliz.

martes, 23 de julio de 2013

La solidaridad nos hace más felices

"La solidaridad nos hace más felices, desde el altruismo" asegura el profesor Josep María Serra Grabulosa, de la Universidad de Barcelona. "Aunque uno a nivel individual piense que está haciendo poca cosa, está contribuyendo al bienestar de las personas y eso es algo que se distribuye y acaba construyendo una sociedad más solidaria y, por tanto, más feliz", explica el científico, con una sonrisa.
Las conclusiones pertenecen al 4º Informe 'La felicidad y la percepción de la salud', realizado por el Instituto Coca Cola de la Felicidad y la la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, presentados esta mañana en una rueda de prensa. El estudio, basado en 3.000 entrevistas a españoles de entre 18 y 65 años, afirma que ante un problema de salud, las personas más felices se sienten más saludables que las menos felices. Para ser feliz, hay que ser optimista. Pero, ¿Cómo se puede ser optimista en crisis? "Siendo solidarios e imitando las actitudes positivas que vemos en otros frente a la adversidad", sostiene Grabulosa.
Las personasLa sensación de salud, según la investigación, está relacionada con la felicidad y ésta, con los afectos. "Un aspecto muy relevante es la influencia de la familia y los amigos en el proceso ya que, los que se sienten acompañados, se sienten más saludables que los que tienen menos apoyo", resume el estudio. Esto significa que las personas enfermas pueden sentirse más sanas que las que no lo están, independientemente de la gravedad del padecimiento. Todo depende de cuánta contención social reciban.
"El apoyo social fomenta la felicidad", asegura el doctor y co-autor del estudio, Gonzalo Hervás. La crisis no tienen por qué afectar el optimismo. "Hay casos de personas que tienen trabajo y son infelices frente a otras que, en paro, se sienten mejor", explica Hervás.
Los problemas físicos, además, son menos importantes que los psicológicos, a la hora de sentirse satisfecho con la propia vida. La depresión, los problemas de concentración y el estrés, la ansiedad o el nerviosismo son los principales problemas vinculados con la insatisfacción. También lo son el insomnio, el cansancio, las adicciones, la anorexia, los problemas cardiovasculares, la menopausia, el sobrepeso y el cáncer, entre otras.
Las desgracias tampoco son determinantes. "El nivel de satisfacción vital de las personas que habían sufrido una desgracia en fechas recientes era significativamente menor que el de las personas que no habían sufrido un suceso de este tipo", concluye el informe. En este caso, los afectos también son cruciales. "El apoyo social protege la felicidad ante la desgracia, con un efecto amortiguador del impacto de los eventos desgraciados", asegura el informe.
En 2010, España fue el país más feliz de Europa, después de Rumanía. Los investigadores recuerdan ese dato para demostrar el viejo tópico que sostiene que el dinero no hace la felicidad. "No hay necesariamente relación entre las condiciones materiales de vida y la felicidad", sentencia Grabulosa. "Creo que la felicidad de una sociedad depende en parte de la capacidad que tenga de generar flujos entre las personas", insiste.
El informe establece una cadena de conclusiones: Las relaciones sociales nos hacen más optimistas, el optimismo nos hace sentir más felices y la felicidad nos hace sentir más saludables. Grabulosa, sin embargo, advierte: "No se puede decir; evite usted la gripe siendo feliz".
El presidente del Instituto Coca-Cola, Carlos Chaguaceda, aclara que "la felicidad se trabaja, no se puede esperar sentado en casa hasta que llegue; hay que buscar lo que nos hace felices".
Fuente: Diario el Pais
MARÍA VICTORIA ENNIS Madrid 19 JUL 2011 

Al otro lado del cielo




En búsqueda de la felicidad - Articulo de la revista Time

Si usted es un americano y no se está divirtiendo, que sólo podría ser su propia culpa. Nuestra expedición nacional de largo está entrando en su año 238, y desde el principio, estaba claro que este sería un lugar preparándose para vivir. Habría un montón de comida, un montón de tierra, un montón de minerales en las montañas y la madera en el desierto. Puede que tenga que trabajar duro, pero usted tendrá un gran tiempo en hacerlo.
Esa promesa, en su mayor parte, se ha mantenido. Habría juncos tierra y fiebres del oro y los trenes de vagones y las barcas y ciudades construidas con fuerza contra las ciudades hasta que no hubo lugar para construir, pero hacia arriba, así que nos fuimos en esa dirección también. Creamos cosas escandalosas sólo porque podría - la presa Hoover, el puente Golden Gate, el edificio Empire State, que comenzó a subir el año después de que el mercado de valores se derrumbó, porque ¿qué mejor manera de responder a una crisis económica mundial que construir rascacielos más alto del mundo? Llegamos a la luna 40 años después y, fiel a nuestro espíritu en caliente rodding, pronto se las ingenió para conseguir un coche allí también. El neumático huellas dejadas en la superficie lunar (pistas que todavía están allí) son el verdadero American Graffiti.
Todos los seres humanos pueden venir equipados con el impulso de la búsqueda de la felicidad - la necesidad de encontrar tierras más exuberante lado de la colina, más gorda del búfalo en el valle siguiente - pero es americanos que han codificado la idea, escrito en la Declaración de Independencia y la convirtió en un mandato central del carácter nacional. Felicidad americana nunca sería acerca disfrutar del momento satisfacción. Así estaba la cultura del café reflexivo del Viejo Mundo - bien para Europa, no para Jamestown. Nuestra felicidad se haya obtenido, en cambio, de una inquietud casi adolescente, un picor que hacer la próxima gran cosa. Los términos del acuerdo de los fundadores ofrecen no son fáciles: no hay garantía de que vamos a lograr realmente la felicidad, pero podemos ir tras él en casi cualquier forma que escojamos. Por sí mismo, que la libertad nos debe traer alegría, pero cuanto más estrecha, distraído naturaleza, enloquecedoramente cinética del mundo moderno ha hecho que sea más difícil que nunca. De alguna manera tiene que haber una manera de enhebrar la aguja, para conciliar las contradicciones entre nuestros impulsos pioneras y nuestros seres contemporáneos.
Estos impulsos están muy profundamente arraigados: peregrinos al Nuevo Mundo eran un grupo auto-seleccionado. No todas las personas que sufren bajo el látigo de la tiranía o la aglomeración de la pobreza tenía los medios temperamental a recoger, empacar y viajar al otro lado del mundo y volver a empezar. Aquellos que estábamos buscando algo - perseguir algo - y la felicidad es una buena forma de definir ese objetivo como cualquier otro. Una vez que la población migrante comenzó a criar niños en un nuevo continente, lo más probable era que el mismo espíritu inquisitivo se crió en o por lo menos les enseña a las nuevas generaciones también.
Y así ha sido. Nos tomó 100 años para resolver el continente y menos de 200 para convertirse en el poder dominante en el mundo. Nos robaron y nos agarramos y extrajeron, sí, pero nos dimos vuelta también. Las personas felices no sólo se acumulan fortuna, sino que inventan cosas - la bombilla, el telégrafo, la cámara de cine, el avión, el automóvil de producción en masa, la vacuna contra la poliomielitis, el ordenador personal, medios de comunicación social, el iPhone. Y la gente feliz también son personas generosas, la reconstrucción de otras naciones (hola, el Plan Marshall) y la donación a instituciones de beneficencia, los EE.UU. ocupa el lugar número 1 en todas las naciones en las donaciones caritativas per cápita.
Pero ¿qué pasa con una raza de personas cableados por los genes o la cultura, o ambos para construir, construir, construir, cuando la mayor parte del edificio se realiza? ¿Qué sucede cuando el perro sprint realmente atrapa el coche? Ese primer aterrizaje en la Luna - Apollo 11 - era algo muy importante, algo que habíamos perseguido como ninguna otra cosa. Pero Apolo 12? Una especie de decepción.
No es como si no contamos con los medios económicos para mantenernos estimulados. Gastamos $ 118 mil millones en viajes al extranjero en 2012, pasamos cerca de $ 25 billones al año para asistir a eventos deportivos y, junto con Canadá, casi $ 11 millones de dólares en entradas de cine. Nosotros compramos nosotros mismos un valor de $ 140 mil millones anuales de equipos recreativos y $ 200 millones de dólares de la electrónica.
Pero eso es la felicidad consumista, la felicidad que no proviene de la siembra sino de cosecha, no desde la construcción de la casa, pero al ver la televisión en su nueva sala de estar. Ese puede ser el objetivo de la obra, pero es una meta que, una vez logrado, nos puede dejar sintiéndose aburridos.
Desde 1972, sólo alrededor de un tercio de los estadounidenses han descrito como "muy feliz", según las encuestas financiadas por la Fundación Nacional de Ciencia. Sólo desde el año 2004, el porcentaje de estadounidenses que se identifican a sí mismos como los optimistas ha caído del 79% al 50%, según una nueva encuesta de Time. Mientras tanto, más del 20% de nosotros va a sufrir de un trastorno del humor en algún momento de nuestras vidas y más de 30% de un trastorno de ansiedad. Por el momento estamos 18 años de edad, el 11% de nosotros han sido diagnosticados con depresión.
La brecha entre las expectativas optimistas y la realidad de que una parte significativa de la población, en los últimos tiempos, irritable y descontento puede ser lo que ha dado lugar a la gran industria de la felicidad. Aprovechamos esa industria en muchos sentidos - con pastillas (el sondeo Tiempo encontró que el 25% de las mujeres estadounidenses y un 5% de los hombres dicen que están tomando antidepresivos), con la comida (48% de mujeres y 44% de los hombres admitir comer para mejorar su estado de ánimo, lo que contribuye a la epidemia de la obesidad EE.UU.), con productos y servicios (incluyendo libros, audiolibros y seminarios de superación personal, la auto-mejora es una industria de 10 mil millones dólar al año, casi lo mismo que Hollywood), con sabiduría prestada (hay 5.000 oradores de motivación en los EE.UU., ganando un colectivo de $ 1000 millones por año). La búsqueda de la felicidad, una vez que un ideal, se ha convertido en un gran negocio, pero no uno especialmente eficaz; muchos otros países están haciendo mucho mejor de lo que somos sin intentar tan duro. Según el Informe Mundial de la Felicidad 2012, publicado por el Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, los EE.UU. ocupa el 23o en un índice de felicidad de 50 países, muy por detrás de Islandia N º 1, N º 2 Nueva Zelanda y Dinamarca N º 3 y posterior Singapur, Malasia, Tanzania y Vietnam.
Si usted es parte de la alegría perseguir demográfica o simplemente tratando de sofocar alguna angustia psíquica, nada de esto es una sorpresa para ti, ni es la manera felicidad está siendo mercadeado, ya que es posible que haya pasado más de su parte de la renta disponible en la meditación o el yoga, las clases de coaching la vida aplicaciones felicidad. Parte de la solución, sin embargo, puede no estar en un producto o un programa, sino simplemente en una mejor comprensión de la forma particular estadounidenses definen la felicidad en el primer lugar. Hay respuestas que se encuentran en nuestros genes, en nuestra psique colectiva, en el funcionamiento de nuestro cerebro. Si era posible para nuestros antepasados ​​para ser feliz en la pradera, que debería ser posible para nosotros ser felices en nuestro trabajo, nuestras familias, nuestras comunidades. Tenemos todos los juguetes, y ahora tenemos que trasladar la alegría, para aprovechar las tendencias que nos permiten el placer de la lucha - en, por así decirlo, la búsqueda.

La Biología de la Feliz
La noción familiar que los descendientes de los inmigrantes, ya sea que llegaron desde la vieja Europa hace 300 años o en Asia el año pasado, son herederos de un temperamento genéticamente optimista tiene sentido intuitivo. Pero también nos inquieta, y debería. De esta forma se encuentra la creencia en una especie de breedable especialismo, biológicos - una excepcionalidad que aceptamos cuando es precedido por la palabra americana pero eso nos asusta cuando la palabra es el ruso o el chino o el japonés.
Dicho esto, la simple biología - evidente, ya que Gregor Mendel comenzó a criar a sus plantas de guisantes en el siglo 19 - establece que la combinación aleatoria de caracteres genéticos dentro de cualquier población se amplifica cuando la población empieza a criar. Eso debería ser cierto para los llamados genes de inmigrantes también, y en 2011, la idea recibió un gran impulso cuando los investigadores de la Universidad de Harvard y la Universidad de Boston analizaron un gen llamado DRD4, que está asociada con la actividad de los receptores de dopamina en el cerebro. El gen se presenta en varias formas, o alelos. De los tres más comunes, uno codifica pares temperedness y la reflexión, mientras que los otros dos códigos de conducta exploratoria e impulsivo, así como el gusto por el riesgo y la tolerancia de la novedad.
Cuando los investigadores analizaron la frecuencia de los alelos diferentes en las personas de todo el mundo, encontraron que cuanto más lejos a lo largo de la ruta de migración desde África, la cuna de todos nosotros, a través de Asia central, Europa y el Nuevo Mundo, el pueblo más propensos eran a llevar a los dos alelos búsqueda de la novedad.Los estudios de otro gen llamado 5-HTTLPR, relacionado con el transporte de serotonina, han arrojado resultados similares. El alelo de ese gen que codifica para la ansiedad y la evitación de riesgos es menos común en las culturas individualistas como la de los EE.UU.
Si los genes juegan un papel en la formación del temperamento de inmigrantes, lo hacen de una manera sutil. La serotonina y la dopamina son a menudo, simplista, considerados como sentirse bien neurotransmisores. Cuanto más se tiene de ellos, más feliz eres. Pero en el caso de los inmigrantes, al menos, el poder de los productos químicos es que regulan lo que los investigadores llaman francamente actividad de búsqueda - el comportamiento a futuro que a menudo se produce en la búsqueda de un objetivo específico. Actividad de búsqueda, simplemente se siente bien - un hecho que ayuda a explicar por qué la compra de algo que a menudo es más divertido que comprarlo, la caza puede ser más agradable que en realidad embolsado su presa, por lo que muchos políticos parecen tener un mayor tiempo de funcionamiento de la oficina de la celebración de ella.
Es más, explica el Dr. Vadim Rotenberg, un psiquiatra y psychophysiologist en la Universidad de Tel Aviv, la experiencia de sentirse bien de búsqueda puede estimular a la gente a continuar la búsqueda de un objetivo incluso cuando están teniendo problemas para lograrlo. Esa es una explicación tan buena para la persistencia de inmigrantes, ya que alguna vez lo fue. Entonces, ¿cómo un cerebro criados para la alegría de búsqueda reaccionan al estrés y un clima de cerca de constantes distracciones - ambas características grindingly consistentes del mundo postindustrial?
A nivel neurológico, la felicidad es una cosa muy compleja, y mucho puede salir mal. Estudios del cerebro llevado a cabo con imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) muestran los niveles de actividad relacionada con la felicidad en la corteza prefrontal izquierda y los ganglios basales más primitivo, que forman parte del bucle de recompensa variable; la amígdala, que procesa una gama de básico emociones, el área septal, que participa en la experiencia de la empatía y la ínsula anterior, lo que ayuda a centrar nuestra atención en las cosas que hacen felices en el primer lugar.
A principios de este año, el neurocientífico Sylvia Morelli, de la Universidad de Stanford y el psicólogo Matt Lieberman, de la UCLA utilizaron fMRI para estudiar cómo las personas respondieron con empatía cuando miraban imágenes felices o tristes de otras personas. Experiencias empáticas son buenos sustitutos de los personales, porque hay una gran cantidad de superposición en las regiones del cerebro donde se procesan, por eso el dolor simpático puede hacerle retorcerse a pesar de que no ha sido herido y alegría a un ser querido el éxito puede hacer que se sienta como si usted tuvo éxito también.
En el estudio Morelli y de Lieberman, los voluntarios observaron las imágenes ya sea cuando eran libres para concentrarse en ellos por completo o cuando estaban tratando de memorizar un número de ocho dígitos que los investigadores les habían asignado. En consonancia, las personas que operan bajo esa carga llamada cognitiva demostraron una reducción de las reacciones de empatía, con la actividad neuronal hasta en cuatro regiones diferentes del cerebro. Las personas con cerebros despejadas procesados ​​- y se sentía - las cosas más profundamente. "Estar distraído reduce nuestra empatía por los demás y contundentes respuestas en el cerebro", dice Morelli. "Así que es posible que la distracción también puede reducir nuestra propia felicidad." Memorización de un número de ocho dígitos es apenas algo que se hace todos los días, pero malabares e-mails, cumplimiento de los plazos y la preocupación acerca de la próxima ronda de despidos es, y eso pasa factura.
Hacerse rico, Get Happy
Si la tensión es hacernos miserables, apagando todo el buen trabajo de nuestros genes hacen felices, hemos aprendido que un bálsamo puede arreglar todo: el dinero. No importa lo que te han enseñado lo contrario, el dinero sí puede comprar la felicidad, al menos en determinadas circunstancias. Fue en 1974 que la Universidad del Sur de California economista Richard Easterlin formuló por primera vez su homónimo (y pronto en todas partes) Paradoja Easterlin, que sostuvo que existe un umbral más allá del cual el aumento de los ingresos no producen aumento proporcional en el bienestar subjetivo. Una vez que se satisfacen las necesidades básicas (alimentación, vestido, vivienda), simplemente a un punto de saciedad. Para mucha gente, esto nunca se reunió con el test de plausibilidad, y para los estadounidenses, en particular, que han sido siempre unembarrassedly bien con el objetivo de hacerse rico, que se agradó de una película en la que un personaje plano anunció que la codicia es buena, la saciedad idea era especialmente preocupante.
Resulta que estábamos en lo cierto. La paradoja de Easterlin dominó sólo hasta que otros investigadores comenzaron a meter en ella, utilizando conjuntos de datos a largo plazo, probándolas a través de múltiples culturas y encontrar que aunque la felicidad no puede aumentar tan rápidamente como ingreso (doblando su salario de $ 75,000 a $ 150,000 no le hará dos veces más feliz) no hay tal cosa como la creciente insensible al dinero. De hecho, sólo este mes de abril, un estudio de la Brookings Institution y el R. Escuela Ford de Política Pública Gerald en la Universidad de Michigan analizaron los datos de 155 países y encontró que no sólo el bienestar subjetivo aumento, junto con los ingresos, sino en los países ricos la pendiente es en realidad más nítida de lo que es en los países más pobres. Un golpe del 10% en el ingreso de $ 50.000, por ejemplo, produce un mayor aumento de la felicidad que un aumento porcentual similar en un ingreso de 10.000 dólares, a pesar de un poco de dinero extra en el extremo inferior de la escala debería tener un efecto más real mejorando. Rich no sólo es mejor, es mucho mejor.

Eso, al menos, es como las cosas se dan a nivel nacional y mundial. En el nivel individual y de la comunidad, puede ser muy diferente. Si usted es rico, sus experiencias no son lo mismo que cualquier otra persona rica, y lo mismo es cierto si uno es pobre. "Un periodista me preguntó una vez:" Sí o no, el dinero no hace feliz a la gente? No palabrería científica, simplemente sí o no '", dice el psicólogo Edward Diener, de la Universidad de Illinois. "Le pegué en Eliminar."

Un estudio masivo Diener led que se publicó en diciembre pasado analizó las respuestas de 806.526 personas en 135 países recogidos en el transcurso de seis años. Se encontró que el ingreso corresponde más o menos directamente a la felicidad, pero sólo si la riqueza y las aspiraciones de una persona a mantener el ritmo. Ganar 170.000 dólares al año que podría poner en el 5% de los hogares estadounidenses, pero si usted está soñando con un estilo de vida de un percenter, estarás decepcionado. "El dinero puede aumentar la felicidad si se permite a la gente obtener más de lo que necesitan y desean", dice Diener. "Pero cuando sus deseos superan lo que pueden pagar, aunque el aumento de los ingresos puede ser acompañado por la caída de la sensación de bienestar."

Esto es particularmente problemático en la era moderna. Hace un siglo, todo el mundo sabía los nombres de las familias más ricas del país - los Carnegie, los Vanderbilt, los Astor - pero que eran poco más que iconos. Nunca se vio cómo vivían, que estaba bien, ya que si lo hiciera, su casa de dos niveles poco o negocio único dueño empezarían a parecer bastante mal estado. En una era de paparazzi y los reality shows, todo el mundo lo ve todo y casi todos sufren en comparación con alguien.

"Bertrand Russell decía:« Los mendigos no envidiar a los millonarios, aunque por supuesto que será la envidia de otros mendigos que tienen más éxito, "dice el psicólogo Cameron Anderson de la Universidad de California, Berkeley. Anderson estudia la diferencia entre el nivel socioeconómico - una medida puramente aritmética de la cantidad de dinero que se hace - y el estatus sociométrico, que es una medida de qué tan bien se compara con la gente que te rodea. Antes de que el mendigo podía ver al millonario, esas distinciones eran más fáciles de dibujar. Ahora, los silos se han volado o al menos hacer transparente, un proceso que se ha acelerado dramáticamente en la era de los medios sociales.

Si estás en Facebook, hay más de 1,1 millones de otras personas que pueden mainline sus buenos tiempos - su nuevo coche, la casa grande, sus vacaciones que usted tendría que ahorrar 10 años para tomar - directamente a su cerebro . La mitad de mil millones de personas en Twitter pueden hacer lo mismo, una garra 140 caracteres a la vez. La propia configuración de las redes sociales ofrece otra manera de llevar la cuenta. Usted tiene 50 seguidores en Twitter? Muy bien, pero tu mejor amigo tiene 500, y Lady Gaga, en caso de que está contando, cuenta con 38 millones. En la encuesta, el 60% de los encuestados dijeron que no se sienten mejor consigo mismos después de pasar tiempo en las redes sociales, y el 76% cree que otras personas hacen verse más feliz, más atractiva y más exitoso de lo que son en su página de Facebook.
"Cuando se trata de jerarquías, las personas a resolver en posiciones más altas o más bajas", dice Anderson. "Hay una línea de investigación en la que la gente se sienta superior o inferior al imaginarse a alguien por encima de ellos o por debajo de ellos." Si la mayoría de la gente en su círculo virtual parece mejor de lo que, no hay imaginación necesaria.

La ironía es que esa gente de alto estatus no se sienten mucho mejor que tú, y no sólo porque ellos también son siempre está expuesto a alguien que está mejor de lo que son. Por el contrario, su sentido de bienestar puede depender de qué están comprando tantas golosinas y hacer tanto publicar nada.

En 2012 el psicólogo Ryan Howell de la Universidad Estatal de San Francisco realizó un estudio de casi 1.000 participantes, la administración de una serie de cuestionarios sobre las cosas que compran, los motivos por los que los compran y cuál es su nivel de felicidad. Cuanto más una compra fue motivada por un intento de impresionar a los demás, según el estudio, menos de un impulso que confiere felicidad. Mientras que la mayoría de nosotros plana nosotros mismos que estamos por encima de ese tipo de estupidez, tenga en cuenta que cada foto de las vacaciones ¿Alguna vez informados, cada nuevo artículo de la ropa que imaginaba llevar a la oficina incluso cuando estás pagando por ello, cada coche nuevo que usted compró y estacionado visible en su entrada en lugar de forma invisible en su garaje estaba motivado por el mismo look-a-me impulso. En una cultura rica como la nuestra, hay un montón de oportunidades para ese tipo de gasto exhibicionista, así como para la bajada que se produce cuando la felicidad nunca llega.

En esos casos, Howell dice, "es como si sus valores y lo que le interesa no importan Usted puede pensar en él como una prueba de fuego:. ¿Todavía participar en esta experiencia si pudiera decirle a nadie sobre esto ? "
Howell está ampliando su base de datos con la ayuda de un sitio web interactivo, BeyondthePurchase.org que permite a los usuarios tomar las encuestas acerca de sus prácticas de compra. Sus respuestas están prestando apoyo a la idea de que otro error que cometemos es la elección para comprar cosas en lugar de experiencias. Sus zapatos no son únicos, su televisor no es único. Tus vacaciones en Roma o en su viaje de campamento familiar, sin embargo, son mucho más particularmente el suyo ya que nadie más en el mundo hizo exactamente las mismas cosas o los compartió con exactamente la misma gente que hizo. Y lejos de agotarse, el recuerdo de la experiencia se enriquecen con el tiempo. "El dinero puede hacerte feliz", dice Howell. "Pero se trata de cómo lo gasta."
La obstinación de la felicidad
Si hay un lado positivo para el estado de ánimo por los Estados Unidos, es que la felicidad y la manera que perseguimos que son tan maravillosamente adaptable. El país ha estado en este tipo de punto de inflexión en la sociedad antes - muchas veces antes, en realidad - y hemos llegado a través de él con el espíritu intacto. Creo que estamos en crisis psíquica ahora? Pruebe la crisis existencial de la Guerra Civil, que finalmente llevó a la reconstrucción y la reconciliación, la paz y la prosperidad. Piense casas apalancadas y la falta de movilidad de deletrear el final de hoy? Pruebe la Gran Depresión. El auge de la América industrial, que por lo general pensamos como algo bueno, probablemente se sintió mucho a nuestra era hace ahora a los trabajadores en ese entonces, ya que la gente que realmente querían hacer dinero dejaron las fronteras y se vierten en los centros de fabricación. Era el final de homesteading y el inicio de la perforación del reloj, que parecía terrible, salvo que el reloj perforación finalmente hizo un montón de gente rica o por lo menos ricos de lo que habían sido.
Estamos adaptando de forma similar ahora. Fábricas de acero cerca y tecnología de reciente creación abierta; tambalea medios viejos y nuevos medios de comunicación emerge. Nada de esto es fácil: se llama interrupción por una razón. Pero si el colono mirando por más de 1.000 hectáreas vírgenes consideró que hace delicioso escalofrío de neurotransmisores batiendo un siglo o dos, ¿por qué no el empresario la elaboración de un plan de negocios o el diseñador Web se prepara para lanzar una experiencia en el sitio de la misma cosa?
Ningún estadounidense simplemente hereda la felicidad a fuerza de genes o lugar de nacimiento o de un conjunto cerebro soleado. La felicidad, de una cultura, es más como un signo vital, la temperatura y la frecuencia cardíaca de una nación. Al igual que todos los signos vitales, que puede fluctuar. Pero al igual que todos los signos vitales, que tiene un punto de ajuste, un nivel al que se esfuerza por devolver. Punto de la felicidad de los Estados Unidos ha sido alta y saludable - un simple regalo de la biología, la historia y el medio ambiente, pero tal vez un regalo de todos modos. A nuestra manera ruidosa y desordenada, siempre hemos trabajado para sacar el máximo provecho de ella, y es probable que siempre lo haremos.




Fuente: Revista Times

Cambio en el mundo - M. Gandhi

En torno a la felicidad y el bienestar humano


Ed Dinier, profesor de la facultad de Psicología en la Universidad de Illinois por más de 36 años y ex Presidente de la Sociedad Internacional para los Estudios de la Calidad de Vida; de la Sociedad de Personalidad y Psicología Social; y de la Asociación Internacional de Psicología Positiva, está catalogado como uno de los psicólogos más citados por el Instituto de Información Científica, con más de 30 mil citas en su haber. Ha recibido doctorados honorarios de la Universidad Autónoma de Berlín y el Colegio Eureka.
Su investigación se centra en la medición del bienestar; las influencias del temperamento y la personalidad en el bienestar; las teorías de bienestar; ingresos y bienestar; y las influencias culturales del bienestar. Autor de libros: Felicidad: descifrando los misterios de la riqueza psicológica, en coautoría con su hijo Robert Biswas-Diener; Bienestar Subjetivo para políticas públicas, con Richard Lucas, Ulrich Schimmack y John F. Helliwell; así como un libro sobre las diferencias en el Bienestar a nivel internacional, que él editó en conjunto con Daniel Kahneman Premio Nobel en el año 2002 y John F. Helliwell (Diferencias internacionales en el bienestar).
Ed es más conocido por sus investigaciones sobre el bienestar (well-being) y, sobre todo, por la SWLS (Satisfaction With Life Scale), una herramienta sencilla pero muy utilizada que mide la satisfacción con la vida a través de un pequeño cuestionario. Los autores de la SWLS son, además de Dinier, Robert A. Emmons, Randy J. Larsen y Sharon Griffin.

La SWLS es de libre distribución y uso, consta de cinco preguntas con las que se quiere medir la satisfacción con la vida de uno mismo. Son cinco afirmaciones con las que se puede estar de acuerdo o en desacuerdo, valorado sobre una escala de 1 a 7:

La escala es: Completamente de acuerdo (7); De acuerdo (6); Más bien de acuerdo (5); Ni de acuerdo ni en desacuerdo (4); Más bien en desacuerdo (3); En desacuerdo (2); Completamente en desacuerdo (1). La valoración del resultado se puede encontrar en: 

http://s.psych.uiuc.edu/~ediener/SWLS.html.


En resumen, entre 30 y 35 se corresponde con una alta satisfacción, el valor medio está entre 20 y 24 y por debajo de 10 se trata de una persona claramente insatisfecha.


Entre sus citas, resctamos esta: "Una persona se dice que tiene alto su bienestar o su felicidad si él o ella experimenta satisfacción con la vida y alegría frecuentemente, y siente con poca frecuencia emociones desagradables como tristeza o ira. (Ed Diener)



La felicidad como el fin más alto 
"La felicidad es el significado y el propósito de la vida, todo el objetivo y el fin de la existencia humana." según Aristóteles. 

"Si uno cree en la religión o no, si uno cree en esta religión o aquella religión, el propósito mismo de nuestra la vida es la felicidad, el movimiento de nuestra vida es hacia la felicidad" sostiene el Dalai Lama.


Si tuviéramos que hacer la pregunta:¿Cuál es la principal preocupación de la vida humana? "una de las respuestas que deben recibir sería:

" Es la felicidad. "Cómo ganar, cómo mantener, cómo recuperar la felicidad, es, de hecho, para la mayoría de los hombres en todo momento el motivo secreto de todo lo que hacen, y de todos los que están dispuestos a soportar." (William James)

La experiencia de la alegría, satisfacción o bienestar positivo, junto con la sensación de que la vida es buena, significativa y que vale la pena. (Sonja Lyubomirsky)

El 50 por ciento de la felicidad está determinada por la genética (punto de felicidad), 10 por ciento está determinado por las circunstancias de la vida (si uno es rico o pobre, casada o divorciada etc.) y 40 por ciento está determinado por actividades intencionales (hábitos, conducta y pensamientos).

Según un estudio de Gallup, entre el 60% y el 80% de los trabajadores no está comprometido con su trabajo. Sienten poca o ninguna lealtad, pasión o motivación por el trabajo. Cumplen con  las horas requeridas, pero no hacen un buen trabajo ya que no son felices en su trabajo.

La gente no es más feliz ahora de lo que decían serlo hace pongamos 50 años. Esto es para EEUU, Reino Unido y Japón. Para España y la mayoría de países europeos sólo tenemos información recogida desde hace 30 años, y los resultados son los mismos, aunque ha habido un gran aumento de la riqueza.

El hombre más feliz del mundo: Mathew Ricard


Científicos de la Universidad de Wisconsin llevan años estudiando el cerebro del asesor personal del Dalai Lama dentro de un proyecto en el que la cabeza de Matthew Ricard ha sido sometida a constantes resonancias magnéticas nucleares, en sesiones de hasta tres horas de duración. Su cerebro fue conectado a 256 sensores para detectar su nivel de estrés, irritabilidad, enfado, placer, satisfacción y así con decenas de sensaciones diferentes.

Los resultados fueron comparados con los obtenidos en cientos de voluntarios cuya felicidad fue clasificada en niveles que iban del 0.3 (muy infeliz) a -0.3 (muy feliz). Matthieu Ricard logró -0.45, desbordando los límites previstos en el estudio, superando todos los registros anteriores y ganándose un título –«el hombre más feliz de la tierra»– que él mismo no termina de aceptar. ¿Está también la modestia ligada a la felicidad? El monje prefiere limitarse a resaltar que efectivamente la cantidad de «emociones positivas» que produce su cerebro está «muy lejos de los parámetros normales».

Los profesionales entienden "meditación" o entrenamiento mental, como un proceso de familiarización con la propia vida mental que conduce a cambios de larga duración en la cognición y la emoción. Poco se sabe acerca de este proceso y su impacto en el cerebro. Aquí nos encontramos con que los practicantes budistas a largo plazo auto-inducen sostenidos electroencefalográficas de gran amplitud oscilaciones gamma-banda y sincronía de fase durante la meditación. Estos patrones de electroencefalograma difieren de los de los controles, en particular, sobre electrodos frontoparietal laterales. Además, la relación de la actividad de gamma-banda (25-42 Hz) para reducir la actividad oscilatoria (4-13 Hz) es inicialmente mayor en la línea de base en reposo antes de la meditación para los practicantes que los controles sobre los electrodos frontoparietal medial. Esta diferencia aumenta bruscamente durante la meditación sobre la mayor parte de los electrodos del cuero cabelludo y se mantiene más alta que la línea de base inicial en la línea de base postmeditation. Estos datos sugieren que el entrenamiento mental involucra mecanismos de integración temporal y puede inducir cambios neuronales a corto plazo y largo plazo.
Poco se sabe sobre el proceso de la meditación y sus efectos en el cerebro (1, 2). Estudios previos muestran el papel general de la sincronización neural, en particular en las frecuencias de la banda gamma-(25-70Hz), en los procesos mentales como la atención, la memoria de trabajo-, el aprendizaje o la percepción consciente (3-7). Estas sincronizaciones de las descargas neurales oscilatorias se cree que desempeñan un papel crucial en la constitución de redes de transitorios que integran distribuidos procesos neurales en funciones cognitivas y afectivas altamente ordenadas (8, 9) y podría inducir cambios sinápticos (10, 11). Sincronía neuronal aparece así como un mecanismo prometedor para el estudio de los procesos cerebrales que subrayan entrenamiento mental.

Métodos
Los sujetos fueron ocho practicantes budistas a largo plazo (media de edad, 49 ± 15 años) y 10 estudiantes voluntarios sanos (edad media, 21 ± 1,5 años). Practicantes budistas realizaron el entrenamiento mental en el mismo Nyingmapa tibetano y tradiciones Kagyupa de 10.000 a 50.000 h en períodos de tiempo que van de 15 a 40 años. Se estima que la duración de su entrenamiento basado en su práctica diaria y el tiempo que pasaron en retiros de meditación. Ocho horas de meditación sentada se cuentan por días de retiro. Los sujetos de control no tenían experiencia previa de meditación, pero habían declarado un interés en la meditación. Controles realizó entrenamiento meditativo durante 1 semana antes de la recolección de los datos.

Se recogieron primero un electroencefalograma inicial (EEG) de referencia que consta de cuatro bloques de 60-s de la actividad en curso con un orden al azar equilibrada de los ojos abiertos o cerrados para cada bloque. Luego, los sujetos generan tres estados de meditación, las cuales sólo una será descrita en este informe. Durante cada sesión de meditación, a 30 s bloque de la actividad en reposo y un bloque de 60-s de la meditación se recogieron cuatro veces consecutivamente. Los sujetos fueron instruidos para comenzar verbalmente la meditación y meditaron al menos 20 s antes del comienzo del bloque de la meditación. Nos centramos aquí en la última práctica de la meditación sin objeto en el que tanto los controles y practicantes budistas generan un estado del "incondicional bondad amorosa y la compasión".

Instrucción meditativa. 

El estado de incondicional amor bondadoso y compasión se describe como una "disposición sin restricciones y la disponibilidad para ayudar a los seres vivientes." Esta práctica no requiere la concentración en determinados objetos, memorias o imágenes, aunque en otras meditaciones que también forman parte de su larga plazo de capacitación, los profesionales se centran en las personas o grupos de seres particulares. Porque "la benevolencia y la compasión impregna la mente como una forma de ser", este estado se llama "pura compasión" o "compasión no referencial" (dMigs med snying rje en tibetano). Una semana antes de la recolección de los datos, las instrucciones de meditación se les dio a los sujetos de control, a quienes se pidió que practicar todos los días durante 1 h. La calidad de su formación fue verbal evaluada antes de la recogida EEG. Durante la sesión de entrenamiento, los sujetos de control se les pidió pensar en alguien que les importa, como sus padres o amados, y dejar que su mente sea invadida por un sentimiento de amor o la compasión (por imaginar una situación triste y deseando la liberación del sufrimiento y el bienestar de las personas involucradas) hacia estas personas. Después de algún entrenamiento, se les pidió a los sujetos para generar tal sentimiento hacia todos los seres sintientes sin pensar específicamente sobre alguien en particular. Durante el período de recopilación de datos EEG, los controles y los profesionales a largo plazo trataron de generar este estado no referencial de la bondad amorosa y la compasión. Durante los estados neutrales, todos los sujetos se les pidió que estar en un estado de relajación nonmeditative.

Pronostico Afectivo

Estamos mal en "previsión afectiva", es decir, la predicción de cómo nos sentiremos en el futuro. Nos se sobrestima mucho la intensidad y la duración de nuestras reacciones emocionales. Dentro de un año, los ganadores de lotería y parapléjicos tienen ambos (en promedio) regresaron casi todo el camino a los niveles basales de la felicidad.

Los estudios que se han asignado las personas a realizar un acto de bondad al azar cada semana, o para contar sus bendiciones regularmente durante varias semanas, encontrar pequeños aumentos pero sostenidos en la felicidad. Haidt, Jonathan (2006-12-26). La Hipótesis de la felicidad: Encontrar la Verdad Moderno de Sabiduría Antigua (p. 98).

Van Boven y Gilovich concluyeron que las experiencias de dar más felicidad, en parte, debido a que tienen un mayor valor social: la mayoría de las actividades que cuestan más de cien dólares son cosas que hacemos con otras personas, pero costosas posesiones materiales suelen ser comprados en parte para impresionar a los demás. Actividades nos conectan con los demás; objetos menudo nos separan.

Tener relaciones sociales fuertes fortalece el sistema inmune, se extiende la vida (más de no dejar de fumar de fumar), las velocidades de recuperación de la cirugía, y reduce los riesgos de la trastornos de depresión y la ansiedad. Haidt, Jonathan (2006-12-26). La Hipótesis de la felicidad: Encontrar la Verdad Moderno de Sabiduría Antigua (p. 133). Perseus Books Group. Edición Kindle.

La hipotesis de adversidad

"Crecimiento postraumático", Haidt, Jonathan (2006-12-26). La Hipótesis de la felicidad: Encontrar la Verdad Moderno de Sabiduría Antigua (p. 138). Perseus Books Group. Edición Kindle.

El dinero es importante, pero menos de lo que pensamos y no en la forma en que pensamos. La familia es importante. Así que son amigos. La envidia es tóxico. Así es el pensamiento excesivo. Las playas son opcionales. La confianza no es. Tampoco es gratitud. Weiner, Eric (2008-01-03). La Geografía de la Felicidad: Buscar Uno de Grump de los lugares más felices del mundo (p. 322).

La felicidad

El placer viene más de avanzar hacia las metas que de alcanzarlos. Haidt, Jonathan (2006-12-26). La Hipótesis de la felicidad: Encontrar la Verdad Moderno de Sabiduría Antigua (p. 84).

El efecto de actividades en la felicidad

Proverbio chino

       Si quieres ser feliz por una hora, toma una siesta.

       Si quieres ser feliz por un día- sal a pescar.

       Si quieres ser feliz por un mes - cásate.

       Si quieres ser feliz por un año - hereda una fortuna.

       Si quieres ser feliz para toda la vida - ayuda a alguien y aprende a amar lo que haces.

La palabra "felicidad" perdería su sentido si no se equilibra con tristeza. Carl Jung

"Cuanto más se busca deliberadamente la felicidad más que usted no está de encontrarlo." Carl Jung

Fuentes: Mario A. Núñez Molina - Catedrático de Psicología
http://www.pnas.org/content/101/46/16369.full