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Aprendiendo




He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, solo convertirme en alguien a quien se pueda amar; el resto ya depende de los otros.
He aprendido que por mucho que me preocupe por los demás, muchos de ellos no se preocuparan por mi.
He aprendido que puede requerir años construir la confianza y únicamente segundos para destruirla.
He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida, no son las cosas que tengo alrededor si no las personas que tengo alrededor.
He aprendido que puedo encantar a la gente por unos 15 minutos, después de eso necesito poder hacer mas.
He aprendido que no debo compararme con lo mejor de lo que hacen los demás, si no con lo mejor que puedo hacer yo.
He aprendido que lo más importante no es lo que sucede sino lo que hago al respecto.
He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante que ocasionan dolor durante toda la vida.
He aprendido que es importante practicar para convertirme en la persona que yo quiero ser.
He aprendido que siempre debo despedirme de las personas que amo con palabras amorosas; podría ser la última vez que las veo.
He aprendido que puedo llegar mucho más lejos que lo que pensé posible.
He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el sentimiento que tenga.
He aprendido que, o controlo mis actitudes o ellas me controlan a mí.
He aprendido que por más apasionada que sea la relación en un principio, la pasión se desvanece y algo mas debe tomar su lugar.
He aprendido que los héroes son las personas que hacen aquello de lo que están convencidos, a pesar de las consecuencias.
He aprendido que aprender a perdonar requiere mucha práctica.
He aprendido que el dinero es un pésimo indicador de algo o alguien.
He aprendido que a veces las personas que creo que van a patear cuando estoy caído, son aquellas las que me ayudan a levantar.
He aprendido que en muchos momentos tengo el derecho de estar enojado, más no el derecho de ser cruel.
He aprendido que la verdadera amistad, y el verdadero amor, continúan creciendo a pesar de las distancias.
He aprendido que simplemente por que alguien no me ama de la manera que yo quisiera, no significa que no me ama a su manera.
He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que he tenido y aquello que he aprendido de ellas, que con el número de años cumplido.
He aprendido que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son tontos; pocas cosas son más humillantes y qué tragedia sería si él lo creyera.
He aprendido que mi familia no siempre estará pendiente de mí, mientras otras personas no relacionadas podrían preocuparse por mi, amarme y enseñarme a confiar de nuevo; las familias no son biológicas.
He aprendido que por bueno que sea el amigo, tarde o temprano me voy a sentir lastimado por él y debo saber perdonarlo por ello.
He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros; a veces tengo que perdonarme a mi mismo.
He aprendido que por más fuerte que sea mi duelo, el mundo no se detiene por mi dolor.
He aprendido que mientras mis antecedentes y circunstancias pueden haber influenciado en lo que soy, yo soy responsable de lo que llego a ser.
He aprendido que simplemente porque dos personas pelean, no significa que no se aman la una a la otra; y que simplemente porque dos personas no discuten, no significa que si se amen.
He aprendido que no tengo que cambiar de amigos si comprendo que los amigos cambian.
He aprendido que mi mejor amigo y yo podemos hacer de todo o nada y pasarlo bien.
He aprendido que no debo afanarme averiguar un secreto; podría cambiar mi vida para siempre.
He aprendido que dos personas pueden mirar a la misma cosa y ver totalmente algo diferente.
He aprendido que por más que trato de proteger a mis hijos, ellos eventualmente se lastiman y con eso me lastimo en el proceso.
He aprendido que hay muchas maneras de enamorarse y permanecer enamorado.
He aprendido que sin importar las consecuencias; cuando soy honesto conmigo mismo llego mas lejos en la vida.
He aprendido que muchas cosas pueden ser generadas por la mente; el truco es el autodominio.
He aprendido que por muchos amigos que tenga, si me convierto en su salvador, me sentiré solitario y perdido en los momentos que mas los necesite.
He aprendido que puedo cambiar mi vida en cuestión de horas ante la influencia de personas que ni si quiera me conocen.
He aprendido que aún cuando pienso que no puedo dar más, cuando un amigo pide ayuda, logro encontrar la fortaleza para ayudarlo.
He aprendido que tanto escribir como hablar puede aliviar los dolores emocionales.
He aprendido que los títulos en la pared no nos convierten en seres humanos decentes.
He aprendido que las personas se mueren demasiado pronto.
He aprendido que aunque la palabra amor pueda tener diferentes significados, pierde su valor cuando se utiliza con ligereza.
He aprendido que es muy difícil determinar dónde fijar el límite entre no herir los sentimientos de los demás y defender lo que creo.
He aprendido....que nadie es perfecto hasta que no te enamoras..
He aprendido que....la vida es dura pero yo lo soy más!!
He aprendido que...las oportunidades no se pierden nunca las que tu dejas marchar...las aprovecha otro.
He aprendido que...cuando siembras rencor y amargura la felicidad se va a otra parte.
He aprendido...que necesitaría usar siempre palabras buenas...porque mañana quizás se tienen que tragar..
He aprendido...que una sonrisa es un modo económico para mejorar tu aspecto.
He aprendido...que no puedo elegir como me siento...pero siempre puedo hacer algo.
He aprendido que...cuando tu hijo recién nacido tiene tu dedo en su puñito...te tiene enganchado a la vida.
He aprendido que...todos quieren vivir en la cima de la montaña...pero toda la felicidad pasa mientras las escalas.
He aprendido que...se necesita gozar del viaje y no pensar sólo en la meta.
He aprendido que...es mejor dar consejos sólo en dos circunstancias...cuando son pedidos y cuando de ello depende la vida.
He aprendido que...cuanto menos tiempo derrocho...más cosas hago.
He aprendido que los héroes son personas que hacen lo que se tiene que hacer cuando debe ser hecho, sin importar las consecuencias.
He aprendido que hay gente que te quiere mucho pero que no sabe como demostrártelo.
He aprendido que a veces la gente que esperabas que te pisara cuando estabas caído es la que te ayuda a levantarte.
He aprendido que tan sólo porque alguien no te ama de la manera que quieres que te ame, no significa que no te ame con todo lo que tiene.
He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que has tenido y lo que has aprendido de ellas y menos que ver con los cumpleaños que has celebrado.
He aprendido que no importa que tu corazón esté roto, el mundo no se detiene por tu dolor.
He aprendido que nuestro pasado y circunstancias pueden haber influido en quienes somos pero somos responsables de quien seremos.

Queda prohibido


¿Qué es lo verdaderamente importante?,
busco en mi interior la respuesta,
y me es tan difícil de encontrar.
Falsas ideas invaden mi mente,
acostumbrada a enmascarar lo que no entiende,
aturdida en un mundo de irreales ilusiones,
donde la vanidad, el miedo, la riqueza,
la violencia, el odio, la indiferencia,
se convierten en adorados héroes,
¡no me extraña que exista tanta confusión,
tanta lejanía de todo, tanta desilusión!.
Me preguntas cómo se puede ser feliz,
cómo entre tanta mentira puede uno convivir,
cada cual es quien se tiene que responder,
aunque para mí, aquí, ahora y para siempre:
Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarme un día sin saber qué hacer,
tener miedo a mis recuerdos,
sentirme sólo alguna vez.
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quiero,
abandonarlo todo por tener miedo,
no convertir en realidad mis sueños.
Queda prohibido no demostrarte mi amor,
hacer que pagues mis dudas y mi mal humor,
inventarme cosas que nunca ocurrieron,
recordarte sólo cuando no te tengo.
Queda prohibido dejar a mis amigos,
no intentar comprender lo que vivimos,
llamarles sólo cuando los necesito,
no ver que también nosotros somos distintos.
Queda prohibido no ser yo ante la gente,
fingir ante las personas que no me importan,
hacerme el gracioso con tal de que me recuerden,
olvidar a todos aquellos que me quieren.
Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo,
no creer en mi dios y hallar mi destino,
tener miedo a la vida y a sus castigos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.
Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme,
odiar los momentos que me hicieron quererte,
todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse,
olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la mía,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha,
sentir que con su falta el mundo se termina.
Queda prohibido no crear mi historia,
dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida,
no tener un momento para la gente que me necesita,
no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.
Alfredo Cuervo Barrero

Si... - Joseph Rudyard Kipling


Si puedes mantener intacta tu firmeza
cuando todos vacilan a tu alrededor
Si cuando todos dudan, fías en tu valor
y al mismo tiempo sabes exaltar su flaqueza
Si sabes esperar y a tu afán poner brida
O blanco de mentiras esgrimir la verdad
O siendo odiado, al odio no le das cabida
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad
Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey
Si piensas y el pensar no mengua tus ardores
Si el triunfo y el desastre no te imponen su ley
y los tratas lo mismo como dos impostores.
Si puedes soportan que tu frase sincera
sea trampa de necios en boca de malvados.
O mirar hecha trizas tu adorada quimera
y tornar a forjarla con útiles mellados.
Si todas tu ganancias poniendo en un montón
las arriesgas osado en un golpe de azar
y las pierdes, y luego con bravo corazón
sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar.
Si puedes mantener en la ruda pelea
alerta el pensamiento y el músculo tirante
para emplearlo cuando en ti todo flaquea
menos la voluntad que te dice adelante.
Si entre la turba das a la virtud abrigo
Si no pueden herirte ni amigo ni enemigo
Si marchando con reyes del orgullo has triunfado
Si eres bueno con todos pero no demasiado
Y si puedes llenar el preciso minuto
en sesenta segundos de un esfuerzo supremo
tuya es la tierra y todo lo que en ella habita
y lo que es más serás hombre hijo mío…

If you can keep your head when all about you
Are losing theirs and blaming it on you,
If you can trust yourself when all men doubt you
But make allowance for their doubting too,
If you can wait and not be tired by waiting,
Or being lied about, don’t deal in lies,
Or being hated, don’t give way to hating,
And yet don’t look too good, nor talk too wise:
If you can dream–and not make dreams your master,
If you can think–and not make thoughts your aim;
If you can meet with Triumph and Disaster
And treat those two impostors just the same;
If you can bear to hear the truth you’ve spoken
Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to, broken,
And stoop and build ‘em up with worn-out tools:
If you can make one heap of all your winnings
And risk it all on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings
And never breath a word about your loss;
If you can force your heart and nerve and sinew
To serve your turn long after they are gone,
And so hold on when there is nothing in you
Except the Will which says to them: “Hold on!”
If you can talk with crowds and keep your virtue,
Or walk with kings–nor lose the common touch,
If neither foes nor loving friends can hurt you;
If all men count with you, but none too much,
If you can fill the unforgiving minute
With sixty seconds’ worth of distance run,
Yours is the Earth and everything that’s in it,
And – which is more – you’ll be a Man, my son!
—————————————————————————-
Joseph Rudyard Kipling
(Bombay, 30 de diciembre de 1865 – † Londres, 18 de enero de 1936)

Ser Feliz


Podes tener defectos, vivir ansioso y estar irritado algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es la mayor empresa del mundo y solo vos podes evitar que ella vaya en decadencia.
Hay muchas personas que te precisan, admiran y te quieren.
Me gustaría que siempre recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.
Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.
Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones en los fracasos.
No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar alegría en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis.
Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista de quien sabe viajar para dentro de su propio ser.
Ser feliz es dejar de ser victima de los problemas y volverse un actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de si, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a DIOS cada mañana por el milagro de la vida.
Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de si mismo.
Es tener coraje para oír un “NO".
Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.
Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir “ME EQUIVOQUE".
Es tener la osadía para decir “PERDONAME".
Es tener sensibilidad para expresar “TE NECESITO".
Es tener capacidad de decir "TE AMO".
Hay unavida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz...
Deseo que…
En tus primaveras seas amante de la alegría.
Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.
Y, cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.
Pues así serás cada vez mas apasionado por la vida.
Y descubrirás que...
Ser feliz no es tener una vida perfecta.
Sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.
Usar las perdidas para refinar la paciencia.
Usar las fallas para esculpir la serenidad.
Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Nunca desistas.
Jamás desistas de las personas que amas.
Nunca jamas desistas de ser feliz.... la vida es un espectáculo imperdible.

(Leido al pasar)

La Semilla - Historia China

Se cuenta que allá para el año 250 a.C., en la China antigua, un príncipe de la región norte del país estaba por ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, él debía casarse.Sabiendo esto, él decidió hacer una competencia entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta. Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío.  Una anciana que servía en el palacio hacía muchos años, escuchó los comentarios sobre los preparativos. Sintió una leve tristeza porque sabía que su joven hija tenía un sentimiento profundo de amor por el príncipe.Al llegar a la casa y contar los hechos a la joven, se asombró al saber que ella quería ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó: - ¿Hija mía, que vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura. Y la hija respondió: - No, querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz."Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más bellas ropas, con las más bellas joyas y con las más determinadas intenciones.Entonces, finalmente, el príncipe anunció el desafío:- Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será escogida por mí, esposa y futura emperatriz de China.La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquel pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, sean costumbres, amistades, relaciones, etc. El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado.  Pasaron tres meses y nada brotó. La joven intentó todos los métodos que conocía pero nada había nacido. Día tras día veía más lejos su sueño, pero su amor era más profundo.  Por fín, pasaron los seis meses y nada había brotado. Consciente de su esfuerzo y dedicación la muchacha le comunicó a su madre que sin importar las circunstancias ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas, sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos.En la hora señalada estaba allí, con su vaso vacío. Todas las otras pretendientes tenían una flor, cada una más bella que la otra, de las más variadas formas y colores. Ella estaba admirada. Nunca había visto una escena tan bella. Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anunció su resultado.Aquella bella joven – la del vaso vacío - sería su futura esposa. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones. Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado nada.Entonces, con calma el príncipe explicó: - Esta fue la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles. Si para vencer, estuviera en juego tu Honestidad, entonces pierde.
Así, serás siempre un Vencedor.

Pensamiento estrategico - El perrito y la Pantera

Un Sr. va de caceria al Africa y lleva a su perrito.un dia, el perrito se aleja del grupo,  se extravia y comienza a vagar solo por la selva. En eso ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera  Al ver que la pantera lo va a devorar,  piensa rapido que hacer. En eso ve un monton de huesos de un animal muerto y empieza a mordisquearlos. Cuanto la pantera esta a punto de atacarlo, el perrito dice:
-!!!Ah,que rica pantera me acabo de comer!!! La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco,gira y sale despavorida pensando:!!! quien sabe que animal sera ese!!!:???!!! Un mono que andaba trepado en un arbol cercano, oyo y vio la escena....sin mas salio corriendo tras la pantera para contarle como la habia enganado el perrito: !!Como seras de boluda esos huesos ya estaban ahi! Ademas,!es solo un simple perrito! La pantera, recontra caliente, sale corriendo a buscar al perrito con el mono montado en el lomo. El perrito ve a lo lejos que viene nuevamente la pantera con el mono y se da cuenta de la buchoneada. ¿Y ahora que hago? piensa todo asustadoEntonces en vez de salir corriendo, se queda sentado dandole la espalda,como si no lo hubiera visto. Y en cuanto la pantera esta cerca de atacarlo de nuevo.
El perrito exclama: -!Este mono malicioso,  hace media hora que lo mande a traerme otra pantera y todavia no aparece!!! MORALEJA:EN MOMENTOS DE CRISIS, SOLO LA IMAGINACION ES MAS IMPORTANTE QUE EL CONOCIMIENTO. Procura ser imaginativo como el PERRITO, evita ser  ingenuo como la PANTERA, y nunca, pero nunca, seas tan perverso como el MONO.

El vuelo del halcón


Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.

Pasado unos meses el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía que le sucedía, no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.

El rey mandó a llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar. Al día siguiente, el monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.

A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte:

- Traedme al autor de este milagro.

Su corte le llevó a un humilde campesino. El rey le preguntó:

- ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres acaso un mago?

Intimidado, el campesino le dijo al rey:

- Fue fácil, mi Señor, sólo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta que tenía alas y empezó a volar.

Los dos lobos

Un anciano jefe cheroki narró una historia a los niños de la tribu:

- Dos lobos luchan dentro de mi. Una batalla terrible entre un lobo malvado y un lobo bueno. El lobo malo está enfadado, tiene miedo, es ansioso, resentido, envidioso, frustrado, violento, rencoroso, arrogante, celoso e irritado. El lobo bueno está feliz, es alegre, tolerante, amable, generoso, responsable, compasivo y atento. Estos dos lobos están dentro de todos nosotros.

Los niños escucharon atentamente al anciano. Reflexionaron sobre ello y, al final, uno de los niños le preguntó:

- ¿Qué lobo vencerá en esa batalla?

El jefe le dirijió una mirada vidriosa, y con una sonrisa que alisó todas sus arrugas, le contestó:

- Ganará el lobo que tú alimentes.

El vuelo


Cuando el camino
se hace cuesta arriba,
NO LO DEJES.

Cuando las cosas andan mal
- como a veces sucede -
NO ABANDONES.

Cuando no consigas resultados,
y se sumen los problemas,
NO TE RINDAS.

Cuando quieras sonreír
y sólo puedas suspirar
NO TE CAIGAS.

Cuando la suerte, te sea adversa,
y no encuentres fuerzas para seguir
NO RENUNCIES.

Cuando no encuentres
compañeros de lucha,
NO TE APURES.

Hay manos que sostienen las tuyas !
Cree y Siente en cada minuto de tu vida,
deja que tu alma " vuele libre "
por los jardines hermosos de la confianza
en algo superior que llega donde nuestra
visión no puede alcanzar ,
pero sí nuestro corazón puede sentir.

Tu alma desea estar libre
para darte fuerza y estímulo!

INTENTA !

Cierra los ojos por algunos minutos
y deja tus pensamientos volar
por sitios de amor.

No podemos cambiar el mundo,
ni quitar todo el dolor de la tierra ,
ni tener ya resueltos todos
nuestros problemas,
pero podemos a cada minuto
mirar con ojos del amor a cada cosa.

Si pensamos que todo es pasajero,
miraremos con cariño lo negativo
que te encamina a la elevación y perfección,
y luego observaremos con felicidad
el cambio del mal en bien ,
de tristezas en alegrías.

Lo que hoy nos hace sonreír
fueron las cosas que nos hicieron
llorar ayer.

Nuestras faltas de hoy también son
las alegrías de mañana.

Las personas se van ,
los amores se pierden en el tiempo,
los problemas se solucionan,
hasta el mismo sol se va cada noche
para renacer al día siguiente...
no te quedes en el medio del camino
porque allá...
¡Algo te espera!

El amor


Precioso relato de autor desconocido.

Un hombre fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse. El sabio lo escuchó, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra:

- Ámala.

Luego se calló.

- Pero es que ya no siento nada por ella.

- Ámala - reiteró el sabio.

Y ante el desconcierto del visitante, después de un oportuno silencio, el viejo sabio agrego lo siguiente:

" Amar es una decisión, no un sentimiento. Amar es dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.

El Amor es un ejercicio de jardinería: Arranca lo que hace daño, prepara el terreno, siembra, sé paciente, riega, procura y cuida. Está preparado, porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias, más no por eso abandones tu jardín.

Ama a tu pareja, es decir, acéptala, valórala, respétala, dale afecto y ternura, admírala y compréndela.
Eso es todo, Ámala".


Por eso, la vida sin amor te lleva a tener estos defectos:

La inteligencia sin amor, te hace perverso.

La justicia sin amor, te hace hipócrita.

El éxito sin amor, te hace arrogante.

La riqueza sin amor, te hace avaro.

La docilidad sin amor, te hace servil.

La pobreza sin amor, te hace orgulloso.

La belleza sin amor, te hace ridículo.

La verdad sin amor te hace hiriente.

La autoridad sin amor, te hace tirano.

El trabajo sin amor, te hace esclavo.

La sencillez sin amor, te envilece.

La oración sin amor, te hace introvertido.

La ley sin amor, te esclaviza.

La política sin amor, te hace ególatra.

La fe sin amor, te hace fanático.

La cruz sin amor, se convierte en tortura.
La vida sin amor, no tiene sentido.

El elixir de la verdad


Bonito cuento popular etíope con una moraleja muy profunda.


Cierta vez, un hombre buscaba la verdad, y para ello visitó a un sabio anciano:

- He oído hablar de una medicina que permite conocer la verdad de las cosas. ¿Podrías prepararme un poco de ese elixir?
- Para ello necesitaré un pelo de la cola de un león que habita junto al río.
- ¿Cómo puedo conseguirlo?. El león es fiero, y seguramente me matará.
- Si quieres conocer la verdad de las cosas, debes traerme ese pelo.

Al día siguiente, el hombre marchó hacia el río, temeroso. Se escondió junto a una gran roca, esperando al fiero león. Cuando apareció el león para beber, observó sus grandes y terroríficas garras, y sus impresionantes y mortales colmillos. En cierto momento, el león rugió, y el hombre, muerto de miedo, huyó.

Al día siguiente volvió, dejando un saco de carne fresca a la orilla del río. Cuando vió acercarse el león, a unos cien metros, huyó temiendo por su vida.

El siguiente día volvió con otro saco de carne, dejando éste a unos cincuenta metros de la fiera. Esta vez se retiró a la roca, observando cómo devoraba la carne.

Día a día traía más carne, la cual lanzaba cada vez más cerca del león y escondiéndose en la roca. Hasta que un día dejó de esconderse, y empezó a dar de comer al león de su propia mano. Observaba cómo sus poderosas mandíbula comían y destrozaban la carne y los huesos, pero su determinación por conocer la verdad de todas las cosas era mayor que su miedo al león.

Mientras el león comía, el hombre acariciaba al león y le cantaba para tranquilizarle. En un momento determinado, mientras el león se encontraba perezoso y somnoliento, le arrancó un pelo de la cola y se fue a buscar al sabio anciano.

- He conseguido el pelo del león - le dijo mientras se lo tendía en la mano -. Ahora, prepáreme ese elixir de la verdad.

El anciano miró al hombre a los ojos, y tras unos momentos de silencio le contestó:

- Eres osado, valiente, hábil y tenaz en tu búsqueda. Pero no existe ningún elixir de la verdad, pues la verdad está en tu interior, no en el exterior. Si sigues buscando con la misma tenacidad que con la que buscaste este pelo de león llegarás a alcanzar la verdad de todo, y estarás más cerca de la persona que quieres ser.

Cuentos: El viejo samurai - Los copos de nieve - El Arbol

El Viejo Samurai

Cerca de Tokio vivía un gran samurai ya anciano, que se dedicaba a enseñar a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario. Cierta tarde, un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. 

Era famoso por utilizar la técnica de la provocación. Esperaba a que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para reparar en los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.



El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Con la reputación del samurai, se fue hasta allí para derrotarlo y aumentar su fama. Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío. 

Todos juntos se dirigieron a la plaza de la ciudad y el joven comenzó a insultar al anciano maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió en la cara, le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros. Durante horas hizo todo por provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto, furioso y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.

Desilusionados por el hecho de que el maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:

-¿Cómo pudiste, maestro, soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usaste tu espada, aún sabiendo que podías perder la lucha, en vez de mostrarte cobarde delante de todos nosotros?

El maestro les preguntó:

-Si alguien llega hasta ustedes con un regalo y ustedes no lo aceptan, ¿a quién pertenece el obsequio?

-A quien intentó entregarlo -respondió uno de los alumnos.

-Lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos -dijo el maestro-, cuando no se aceptan, continúan perteneciendo a quien los llevaba consigo.



Los dos copos de nieve

Caía la nieve. Todo al rededor estaba tranquilo y los copos de nieve caían dibujando circulos en una caprichosa danza, acercandose lentamente a la tierra.
Dos copitos de nieve que volaban cerca el uno del otro empezaron a conversar y para que el viento no los alejara, se tomaron de la mano y uno de ellos exclamó:
— ¡Qué sensación fantástica la de volar!
— No estamos volando, solo caemos. —dijo triste el otro
— Pronto nos encontraremos con la tierra y nos convertiremos en una hermosa cobertura blanca para ella
— No, vamos a encontrarnos con la muerte: cuando caigamos a tierra nos pisotearán
— Nos convertiremos en pequeños riachuelos y al final iremos al mar. ¡Seremos eternos! —Dijo el primer copo de nieve
— No, nos derretiremos y desapareceremos para siempre — objetó el segundo copo
Al final se cansaron de discutir
Se soltaron de las manos, y cada uno de ellos voló al encuentro con el destino que eligió.

El Arbol
Cerca al camino había un arbol que creció torcido. Una noche, cerca de él pasó corriendo un ladronzuelo. Desde atrás observó una silueta desconocida, y con temor pensó que en el camino había policias, y por eso huyò con espanto.
Una tarde cerca del árbol pasó un joven enamorado. Desde lejos, vió una silueta femenina y pensó que su amada lo esperaba con impaciencia. Se alegró y aligeró el paso hacia su encuentro.
Un día cerca del árbol pasaba una madre con su pequeño hijo. El niño, asustado por cuentos que había oido, pensó que al lado del camino se encontraba un espanto que lo observaba, y comenzó a llorar con vehemencia.
Pero el árbol siempre fue sólo un árbol.
El mundo que nos rodea es sólo un reflejo de nosotros mismos.

¡Avanti!


¡Avanti!

Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!

Almafuerte

Piu Avanti!


No te des por vencido, ni aún vencido;
no te sientas esclavo, ni aún esclavo,
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo.
No la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios, que nunca llora,
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!

...antes de decir no puedo.

Almafuerte. (Pedro B. Palacios)

Lección de Optimismo


Ya véis que no soy un pesimista ni un desencantado, ni un vencido, ni un amargado por derrota ninguna: a mí no me ha derrotado nadie; y aunque así hubiera sido, la derrota sólo habría conseguido hacerme más fuerte, más optimista, más idealista; porque los únicos derrotados en este mundo son los que no creen en nada, los que no conciben un ideal, los que no ven más camino que el de su casa o su negocio, y se desesperan y reniegan de sí mismos, de su patria y de su Dios, si lo tienen, cada vez que les sale mal algún cálculo financiero o político de la matemática de su egoísmo.

¡Trabajo va a tener el Enemigo para desalojarme a mí del campo de batalla! El territorio de mi estrategia es infinito, y puedo fatigar, desconcertar, desarmar y aniquilar al adversario, obligándolo a recorrer distancias inmensurables, a combatir sin comer, ni beber, ni tomar aliento, la vida entera, y cuando se acabe la tierra, a cabalgar por los aires sobre corceles alados, si quiere perseguirme por los campos de la imaginación y del ensueño.

Y después el Enemigo no puede renovar su gente, por la fuerza o el interés, que no resisten mucho tiempo; y entonces, o se queda solo, o se pasa al Amor, y es mi conquista, y se rinde con armas y bagajes a mi ejército invisible e invencible.

Fragmento de "La Universidad y el alma argentina", discurso pronunciado el 18 de setiembre de 1918 por Joaquín V. González.

Revolucion en el Geriatrico


Querida tía Lala...

Mi tía vivió sus últimos años en el Hogar Israelita de ancianos de Burzaco, un geriátrico, un asilo. Ella misma decidió su ingreso junto con su marido hemipléjico. Antes, ellos habían sido internados a la fuerza (por un familiar), en un depósito para viejos enfermos. Lugar difícil de ver. Yo los visité una tarde de horror inolvidable. Mi tía, por primera y única vez en su vida, tomó una decisión: entregó, como pago, su propia casa, lo único que tenían, y abandonó todo lo que había adentro. La entregó aliviada, en contra de la voluntad de su propio marido. Fueron aceptados. Ella se iba esperanzada en una nueva vida, llevó en su cartera algunas fotos y nada más que lo puesto. Mi tío partía, herido en su orgullo, sintiendo que todo era injusto y que él podía solo. Ella percibió enseguida la oportunidad de hacer las cosas que más le gustaban: leer, escuchar música y conocer gente. No así mi tío, que vivió ofendido, herido en su narcisismo por tener que compartir su vida con otros ancianos, que eran un espejo en el que no quería mirarse. Entonces, él decidió no salir de su habitación, ni hablar con nadie.

Mi tía se liberó de a poco de él y comenzó a recorrer los pabellones con espíritu antropológico. Hablaba con los internados e internadas y descubría lo interesante que eran sus historias de vida. Al poco tiempo, se le ocurrió que quizá podía transmitir esas historias, para que en otros pabellones las escuchen y se acercaran a contar las propias. Propuso hacer una radio. Mi tía era una enferma bipolar, había padecido muchas internaciones, muchos shocks eléctricos, chalecos de fuerza químicos y de los otros, y solía dejar la medicación cuando se sentía bien. La gente del hogar la escuchó, legitimó su proyecto y se hicieron las instalaciones del caso.
Ella sintió, por primera vez, que no era tratada como una loca, sino reconocida en su deseo. Mi tía comenzó a transmitir su programa, ponía música elegida por ella, incluía textos clásicos que leía muy bien y después seguía con las historias de vida. Los ancianos de todos los pabellones la escuchaban con interés. Empezó a hacerse famosa dentro del hogar. Mi tío seguía autoexiliado en el cuarto como un aristócrata polaco venido a menos. El creía que no tenía nada que ver con el resto de la gente que estaba ahí. Mientras tanto, para ella, la cosa no quedó en la radio, se le ocurrió que los viejos tenían que moverse, parados o sentados, y comenzó a dirigir, en su pabellón, clases de gimnasia con música y que cada uno hiciera lo que podía. Mi tía se las rebuscaba, su mundo era intenso y extraño, pero siempre estaba interesada en los otros. Lectora de los eternos: Cervantes, Dostoyevski, Borges, Kafka, Miller, Proust, Rulfo... leía para ella y, desde su programa, leía para los otros. Mi tía era generosa e inteligente, a pesar de que su enfermedad la había ubicado en el lugar de "la loca de la familia.". En el hogar, por suerte, la medicación ya no estaba más a su cargo, ni a cargo de mi tío, la tomaba sin quejarse, se había liberado de muchas obligaciones y aprovechaba las nuevas opciones. Me decía: "No tengo que hacer las compras, no tengo que cocinar ni pensar en qué preparo para la cena, no tengo que limpiar, salvo nuestro cuarto, no tengo que ir al banco a pagar nada, ni recibo boletas. Tengo todo el día para mí, si necesito atención médica la tengo inmediatamente y mi marido también. Me parece que es la primera vez que soy tan libre a pesar de no poder salir a la calle, que tampoco me interesa. No estoy sola, estoy menos sola que cuando creía que tenía familia". Su enfermedad de Parkinson avanzaba, perdía el control de esfínteres, pero ella, pañales mediante, no se detenía. Le sugerí que pidiera una terapia y algún taller literario. Obtuvo las dos cosas. Comenzó a escribir. Al principio se asustó, eran textos eróticos muy lanzados,"subidos de tono", los llamaba ella y los escondía. Por suerte, me los dio a leer y le sugerí que los mostrara a alguien. Lo hizo. El hogar eligió un texto, y lo mandó a participar en un concurso en el que ganó una mención. Tenía no sólo reconocimiento adentro, sino que lograba prestigio afuera también. Era realmente feliz. Su marido, crónicamente ofendido, la castigaba con interminables reproches, la llenaba de culpa, hasta que se le fue la mano con el bastón y en el hogar decidieron separarlos. Mi tía se asustó, pero al fin reconoció que era algo que ella secretamente deseaba desde hacía tiempo. Por suerte, él, sin salir de su habitación, se puso a hacer collages también eróticos, se sentía Matisse, sus obras terminaron expuestas en una sala del hogar, con vernissage, invitados y todo. Eso lo reconcilió un poco con él mismo, se sintió elegido, mirado, y a mi tía le disminuyó la culpa.
En una oportunidad, donamos una computadora para los ancianos, para que aprendieran a usarla y pudieran comunicarse con sus hijos y nietos por ese medio. Al principio, eran muy pocos los que la usaban. Mi tía, siempre a la cabeza, tenía un instructor que le enseñaba a navegar. Al poco tiempo, tenían una lista de turnos rigurosos, que muchos ancianos cumplían con entusiasmo. Las cosas entre ella y su marido no mejoraban. Le prohibieron visitarlo. Mi tía, con mucha terapia, aceptó y comenzó a dormir sola. Me sorprendió cuando me dijo por teléfono: "¡Dejé de tomar pastillas para dormir!". Su vida fue más linda y más libre aún; un hombre, también autointernado y de su edad, alrededor de los setenta y pico, se acercó a ella para conversar y se hicieron muy amigos. ¿Amigovios quizás? Después supe que mi tía se había enamorado, quizá por primera vez en su vida. Entonces pude entender que me pidiera ropa nueva, jabones ricos, perfumes y alguna crema para la cara. Para ese entonces, llegó al hogar una invitación de la Universidad de Lomas de Zamora, para que los ancianos participaran en un taller literario. Mi tía aceptó volando y su amigo también. Ella se excitó tanto que hubo que calmarla. Para mi tía Lala, entrar a la facultad a hacer un taller equivalía a cursar la carrera de Letras completa y recibirse. Comenzó el taller, escribía apasionadamente, y leía sus textos eróticos con libertad, escribía la novela de su vida. Los llevaban y los traían en una combi mientras comían sandwichs triples. Ella tocaba el cielo con las manos. Mi tío seguía encerrado en su habitación y en su rigidez. Mi tía tuvo permiso para salir del hogar, iban con su amigo a comer triples y tomaban té. Su bipolaridad estaba controlada, pero su Parkinson no, sin embargo ("con pañales y bien vestida, yo no falto ni muerta", ellos estudiaban juntos. Ese amor fue un estímulo para el amor que ella había acumulado durante años. La realidad es que el amor es una cosa extraña. El programa de radio continuaba, la biblioteca en orden, las clases de gimnasia se espaciaron. Al día siguiente de terminar el curso de la facultad, iban todos los alumnos a recibir un certificado de asistencia al taller. Eso para ella era equivalente a recibir el diploma de egresada en Letras. Me contaron que estaba eufórica, entraba en todas las habitaciones para contar que se había recibido. Todos la querían mucho, las enfermeras, los médicos, las mucamas, los internados, todos. "¡Hoy es el día más feliz de mi vida!" "Hoy es el día más feliz..." dijo, y se cayó al suelo, muerta, un síncope. Fue el día más feliz de su vida, estaba enamorada y se sentía reconocida y libre. Al día siguiente, en el velatorio del hogar, su amigo la despidió con palabras muy tiernas. Yo no sabía quién era ese hombre tan bien. Mi tío lloraba sentado en su silla de ruedas. La llevamos al cementerio de Berazategui, éramos cinco personas, como a ella le habría gustado, y cuando nos acercábamos a su tumba escuché su voz nítida que me decía: "¡Sé feliz! ¡Sé feliz!" y me lo siguió repitiendo hasta que la cubrimos con tierra. Acordate que te quiero, me decía por teléfono. Querida, querida tía Lala.

*Por Liliana Mizrahi* Licenciada en psicología, ensayista y poeta. Autora de, entre otros libros, Mujeres en plena revuelta.

Serás un triunfador...

Cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar.
Cuando confíes en ti mismo aunque todos duden de ti y dejes de preocuparte por el qué dirán.

Cuando tus acciones sean tan concisas en duración como largas en resultados.
Cuando puedas renunciar a la rutina sin que ello altere el metabolismo de tu vida.

Cuando sepas distinguir una sonrisa de una burla, y prefieras la eterna lucha que la compra de la falsa victoria.
Cuando actúes por convicción y no por adulación.

Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y rico sin perder tu humildad.
Cuando sepas perdonar tan fácilmente como ahora te disculpas.

Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un hombre, y junto al rico sin pensar que es un dios.
Cuando sepas enfrentar tus errores tan fácil y positivamente como tus aciertos.

Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza.
Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras, y tu ausencia a quien no te aprecia.

Cuando ya no debas sufrir por conocer la felicidad y no seas capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas por el placer.
Cuando no trates de hallar las respuestas en las cosas que te rodean, sino en Dios y en tu propia persona.
Cuando aceptes los errores, cuando no pierdas la calma, entonces y sólo entonces, Serás...


¡UN TRIUNFADOR!

HONRAR LA VIDA

¡No! Permanecer y transcurrir
no es perdurar, no es existir
¡Ni honrar la vida!
Hay tantas maneras de no ser,
tanta conciencia sin saber
adormecida...
Merecer la vida no es callar y consentir,
tantas injusticias repetidas...
¡Es una virtud, es dignidad!
Y es la actitud de identidad ¡más definida!
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que vivir...
¡Honrar la vida!

¡No! Permanecer y transcurrir
no siempre quiere sugerir
¡Honrar la vida!
Hay tanta pequeña vanidad,
en nuestra tonta humanidad
enceguecida.
Merecer la vida es erguirse vertical,
más allá del mal, de las caídas...
Es igual que darle a la verdad,
y a nuestra propia libertad
¡La bienvenida!...
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que vivir...
¡Honrar la vida!

Letra de Eladia Blázquez
Musica de Eladia Blázquez

VOLVERSE COMO NIÑOS


Hace tiempo leí que desde un punto de vista evolutivo nuestra civilización era considerada aún muy niña. Es decir, que le faltaba mucho y que muchas de las cosas que nos sucedían eran consecuencia de eso, de que estábamos sin hacer. Yo, a medida que pasa el tiempo estoy más convencida de ello, de eso y de que se vive superficialmente, de que cada uno sólo mira para sí mismo, y lo hace de una forma egoísta, pensando en lo que le gusta, no en lo que realmente necesita, pero sobre todo segura de que los mayores males vienen de no pensar, de no reflexionar, de no pararse ante las cosas y estudiar su significado. Dice mi médico que la salud física se apoya en tres pilares básicos: la alimentación, la hidratación y el descanso. Después de algunas conversaciones con él, estoy convencida de que a pesar de ser tres principios básicos que realizamos todos los días, los hacemos sin conocimiento, sin una educación correcta en ellos, bombardeados de ideas creadas por una sociedad de consumismo, en nuestro caso como sociedad privilegiada que somos, pero sin conocimiento de lo que realmente debemos darnos. Prueba de ello es que no somos una sociedad saludable que vivimos mejorando la salud, sino que somos una sociedad enferma que vivimos prisioneros de la enfermedad, buscando solucionar las enfermedades, no estudiando la salud, por ello sólo acudimos al médico para que nos solucione las enfermedades cuando, en realidad, deberíamos sacudir a él para conservar la salud y adelantarnos a las enfermedades. Pero eso de adelantarnos no es una actitud que esté implantada aún en nuestras conciencias, porque siempre vivimos por detrás. Y si la hidratación, alimentación y descanso son pilares para nuestro cuerpo físico, la observación, la sencillez, y la curiosidad, lo son para nuestra mente. Es muy positivo, y proporciona una perspectiva distinta, situarse ante los acontecimientos de la vida cotidiana como espectador y no como protagonista, eso permite mirar las cosas desde fuera, poder mover una situación y tratar de verla en el espacio, verla desde distintos ángulos para ver cuál puede ser más positiva. Esto constituye un auténtico ejercicio mental que requiere disciplina con uno mismo, porque al principio, acostumbrados como estamos a ser tan protagonistas, resulta difícil quitarse del medio, pero la realidad es que ese protagonismo limita la visión global, la comprensión de las cosas. Es un ejercicio muy interesante y muy constructivo, y con la práctica se llega a experimentar realmente que uno no es el epicentro de la creación, sino una parte insignificante de ella. Eso hace que la perspectiva cambie, y que la mente, acostumbrada hasta ese momento a mirar sólo hacia el "ombligo", se expanda, y como consecuencia de la expansión empiece a contemplar otras posibilidades, otros enfoques, otras ideas. Y, desde el sillón de espectador, lo primero que hay que hacer es convertirse en observador. Aprender a observar en silencio, sin sacar conclusiones superficiales, tratar de ver dentro de las cosas, de las personas, de los acontecimientos. Y para ver dentro de las cosas hay que volverse como niños y comprender que en realidad uno no sabe nada. Entonces, podríamos decir que en el sillón del observador, tú, quien realmente está sentado es un niño. Y ¿qué es lo que hacen los niños? Los niños lo que hacen es preguntar, preguntar sobre todo, sobre todos, preguntar el porqué de las cosas que le rodean. Ellos, los niños, no sienten vergüenza por preguntar, no tienen prejuicios, ni esquemas, ni ideas preconcebidas. Y los niños preguntan todo porque tienen curiosidad, porque quieren conocer, porque quieren descubrir. En realidad, la curiosidad, la necesidad, es lo que marca la diferencia entre las personas. Los que se conforman con lo que son, con lo que tienen, con lo que hacen, son los muertos en vida, y en su muerte tratan de que otros también estén muertos, o de culpar de su muerte a los demás. Seremos una humanidad niña, no lo niego, pero no tenemos las cualidades de los niños, es más, yo diría que cada día se trata de matar al niño que hay dentro de cada uno. Al final, volvemos siempre a las palabras del Cristo, para entrar en el Reino de mi Padre hay que volverse como niños. Pero ese Reino no está en ninguna iglesia, ni en ninguna religión, ni en ninguna creencia. Ese Reino está dentro de cada uno. Cada uno decide dónde quiere vivir, pero, si alguien se pregunta cómo, simplemente, que se vuelva como niño…  

POR ELENA G. GOMEZ